7 Pecados | Gula

Arcadas grotescas se hacían eco en la soledad de aquel comedor. Plato tras plato era devorado por aquel singular hombre de proporciones exabruptas.

¡Más!

Una mujer salía desde la oscuridad del pasillo contiguo y entre sollozos y temor acercaba un carrito de servicio un tanto oxidado, en el cual una variedad de platos se hacía espacio, repleto de exquisiteces para el paladar insaciable de aquel regordete que no paraba de comer.

Delicioso… exquisito… ¡Quiero más!

Si amo Douglas

Masticaba con la boca abierta, dejaba caer trozos de carne y salsa por todas partes y su camisa, cubierta por un babero vinotinto se encontraba ya mugrienta de tanta grasa y manchas.

¿Qué es esto?

Se detuvo por un momento y observó enfadado el plato que se encontraba frente a sí. En él, una variedad de garbanzos y vegetales se hacían espacio en una fina combinación, un plato gourmet dicto de cualquier chef profesional.

¡Mildred! ¡¿Mildred?!

Sus gritos resonaban por todas partes y se repetían una y otra vez. La sirvienta, quien se encontraba tras la pared del pasillo, lloraba aterrada y pedía a cualquier dios que la salvara de aquel lugar. Movió el carrito bruscamente y el grillete anclado a su pierna derecha golpeo su tobillo ya roído por el áspero metal.

¡Ven acá cerda inmunda! ¡Sal de tu maldita madriguera!

Mildred respiro profundo y seco sus lágrimas, luego, tomo el carrito y caminó hasta el comedor, situándose a la derecha de su amo.

¿Qué es esto?

El viejo, señaló el plato frente a sí moviendo su brazo derecho, lo que hizo que toda la grasa de su cuerpo diera tumbos como gelatina. Mildred lo miro asqueada y respiro profundamente antes de responder.

Ve… vegetales amo Douglas.

Llévatelos. No quiero eso.

La sirvienta se inclinó, temblorosa, y acerco su mano para tomar el plato, pero justo en ese momento ya podía sentir los garbanzos en su rostro y la fría madera de la mesa en su piel.

La próxima vez que traigas algo como esto será la última ¡¿Lo entiendes?!

En un segundo Douglas la había tomado por el brazo y estrellado su cabeza contra la mesa. Los restos de comida ensuciaban su cabello y manchaban su delantal, en la cabeza de Mildred todo daba vueltas. El golpe, había sido seco y Douglas aún mantenía a su sirvienta clava contra la madera, moviéndola de arriba abajo, embarrando su rostro en el plato de comida.

¡Por favor amo deténgase!

¿Detenerme? ¡La Basura como tu merece ser tratada como la inmundicia que representa!

Aquella mole de grasa, piel y huesos comenzó a reír y burlarse de su sirvienta, ella en cambio lloraba y gritaba al estar en aquella situación tan desesperante.

Delicioso... delicioso.

Douglas tomaba con su mano libre piezas de pollo y carne del carrito, introduciéndolas en su boca, masticando, haciendo ruidos nauseabundos con cada movimiento de sus labios.

¡Déjeme ir por favor amo! ¡Se lo suplico! ¡No volverá…!

¡Cállate de una maldita vez!

Un silencio sepulcral se asomó en la habitación. En la mesa un hilo de sangre se hacía cada vez mayo y ya comenzaba a convertirse en un charco y gotear al suelo del comedor. Las velas iluminaban el color plata del cuchillo que se encontraba introducido en la yugular de Mildred. Ella aun hacia movimientos con sus labios intentando respirar, pero lentamente sus ojos se apagaron hasta llevarla a la inmensurable muerte.

Oh… está muerta. Que inservible… ¿Ahora quien limpiara esto?

Douglas observo aquel desastre y movió su sillón hacia atrás, luego, hizo un esfuerzo por levantarse, impulsándose hacia adelante, luego otro, y no fue sino hasta una tercera vez que consiguió ponerse de pie. Al dar la vuelta giro una vez más su mirada y descubrió un trozo de pan empapado en sangre, lentamente acerco su mano y tomó aquella pieza. La observó un segundo y acto seguido abrió su boca para degustarla, una sonrisa se dibujó en su rostro y caminó en dirección al pasillo, perdiéndose en la oscuridad, repitiendo una y otra vez la misma palabra, siendo aquel viejo un hombre miserable cuya hambre nunca jamás nadie podría zacear.

Delicioso… delicioso.

La historia es completamente de mi autoría, y es parte de una serie de 7 Historias. Te invito a leerlas: 

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Imagen de cabezera extraida de Undeadwalking

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