En mi tierra es tradición que después de abrazarnos y recibir el año nuevo se prenda la fiesta, inmediatamente en todas las emisoras empieza sonar música calipso, viejos y jóvenes bailando, siempre hay quién saque el primer balde de agua mojando al despistado.
Jugar carnaval en mi tierra lo definimos como mojarnos unos a los otros con agua, pintarnos los rostros, bailar música calipso y festejar en grupo.
Todo ya es un bochinche, la alegría y la gozadera empieza, todos se cambian de vestimenta para empezar a jugar carnaval, en mi estado Cumaná, ubicada al oriente de Venezuela, tierra de playas cristalinas, arenas rubias y de sol intenso.
Para quienes vivimos en esta tierra maravillosa, los carnavales es la mejor fecha después de diciembre, muchos dicen porque solo se necesita agua, música y actitud. Si paseas por la ciudad vas a encontrar en varias zonas a jóvenes disfrazados con una cuerda bailando y pidiendo dinero en medio de la calle paralizado el tráfico.
Esta el ocurrente que va en su carro con un balde cargado de agua para mojar a quien esté seco por la calle, sin importar que no lo conozca. Cuando llegas a un lugar donde están jugando carnaval y no conoces a nadie, eso no importara, te mojaran y te pintaran, obligándote a unirte a ellos en la fiesta, todos bailan disfrutando al maximo.
Si te vas a los pueblos donde el frente de la casa es la orilla de mar caribe, entonces te cargan y llevan a la playa, empapándote completamente, niños jugando con agua salada, mientras que los bares de orilla son los más concurridos.
Los fogones se preparan para armar el sancocho, todos colaboran y arman una buena sopa de lo que sea, asi somos nosotros.
En el país se decretan dos días libres para celebrar carnavales, en todos los estados se preparan un conjunto de carrozas carnavalescas, gente disfrazada y bandas tocando por las calles más concurridas de las diferentes ciudades, concursos de belleza en grandes tarimas con presentaciones de artistas regionales.