Le doy gracias a Dios por permitirme conocer otros países y de poder escuchar las historia, de muchos Ecuatorianos que su país también ha pasado por todo lo que en estos últimos años está viviendo nuestro hermoso país Venezuela.
Me quedé enamorada de este país de sus habitantes tan cortés, amables.
No me alcanza un día para conocer pero lo bueno es que termine el la casa presidencial
Me despido, y no se olviden de seguirme.