Experimentación hecha a través del autoretrato en collage.

Entre tanto guayabo, las noches se hacen más oscuras y mucho más cortas.
¿Cómo se puede soñar entre tanto caos?.

No hay riesgo de elevarse y caer, pues ya lo he hecho un par de veces y sí que ha dolido.

La melancolía es nuestro segundo nombre y no esta escrito con tinta sino con lágrimas.
Porque se solloza en medio de balas, cuchillos, gritos, vidrios rotos y alborotos.
Porque no hay ni una sola noche en la que no se añore una mejilla a nuestro lado.
Porque sangramos dentro y nunca se ve lo rojo.
Porque entre tanta incertidumbre se espanta la esperanza.

Los dedos aún dibujan figuras en dirección al cielo.

Es hermoso imaginar los barrios de Caracas como un nacimiento en gran escala que abraza a la ciudad. O quizá no tan hermoso, imaginar a Caracas como una
prostituta violentada y que se está allí en medio sin poder salvarla.

Detalles

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