A lo largo de las décadas, las prácticas terribles que enfatizan la segregación y los prejuicios (en sus capas más diversas y abominables) se han practicado cada vez más. Sin embargo, hay cierta moderación en estas actitudes por parte de quienes las practican, y esto da una falsa impresión de su impacto en la parte de la población que se ve directamente afectada. Esto crea una invisibilidad sobre estas acciones, y muchas de ellas no reciben la debida atención.
Esta disminución se debe (creo) a dos razones principales: los castigos impuestos por el poder judicial (que, aunque no son tan efectivos, todavía tienen el poder de causar algún tipo de intimidación) y el desarrollo de una conciencia. más alineados con personas que parecen ser cada vez más conscientes de todo el mal que existe al clasificar a las personas como diferentes en función de una estructura arcaica que siempre ha sido problemática.
Considerando el concepto de sociedad (que básicamente es aprender a vivir en armonía respetando todos los ejemplos de diversidad), creo que es posible decir que hay millones de personas conscientes que luchan diariamente contra esta visión atrasada que todavía alimenta un círculo vicioso peligroso La moral y la ética no parecen existir, y la búsqueda de la aceptación, el respeto y el reconocimiento sigue siendo muy difícil de lograr.
Por otro lado, desafortunadamente hay tantos millones más que todavía insisten en fortalecer un discurso de odio contra todo lo que consideran un punto "fuera de la curva". Aunque el modo de expresar este tipo de pensamiento y acciones es más cauteloso, el nivel de odio parece ser el mismo o incluso mayor (considerando el hecho de que las minorías están logrando cada vez más conquistar sus respectivos espacios... incluso a pasos muy lentos).
Entonces, hacer este contrapunto entre las dos caras de la misma moneda... Mi opinión personal de los hechos es que no fallamos como sociedad (al menos no en el amplio espectro), porque a pesar de todas las malas noticias que vemos y leemos a diario, si bien aún existe la fuerza, la determinación y la esperanza de luchar contra todo de manera efectiva y basada en el diálogo y la estructuración de ideas para lograr el cambio necesario, el concepto de sociedad permanece en pie.
Sin embargo, el viaje a un mundo más justo para todas las personas es extremadamente largo y lo más probable es que nunca sea una realidad en su totalidad... Si hay un estancamiento en las medidas que limitan este tipo de prácticas, que en primer lugar nunca deberían aceptado, el peso en la báscula será cada vez más desproporcionado y menos humano. Como tal, las minorías volverían a ser oprimidas y aún más reprimidas.
Aunque este concepto aún no es tan firme como debería ser, la forma en que la sociedad se ve en medio de su diversidad está cambiando y se da cuenta de que todos somos iguales, a pesar de que son diferentes. Después de todo, ¿qué sería de nosotros si todos fuéramos exactamente iguales? ¿En qué tipo de mundo estaríamos viviendo sin un conflicto de pensamientos? ¿Cómo estaríamos comunicando y conectando nuestras ideas?
Mientras los argumentos sean viables, útiles y válidos para mejorar la forma en que una sociedad actúa y piensa... Esto significa que estamos siguiendo un buen camino y este camino debe construirse sólidamente para que las generaciones futuras puedan continuar mantener la sociedad como herramienta de una estructura agregante e igualitaria.