Un título universitario es ahora menos importante que nunca

Hace unos días escribí un post explicando las razones por las que dejé los estudios, y aparentemente les gustó mucho. Además, por algunos comentarios que he recibido parece que es un tema que a mucha gente le parece importante. Así que no me contendré y haré una secuela a lo Hollywood —de esas que nadie pidió y que probablemente recaude menos que la original pero que de todas maneras es un movimiento seguro por parte del estudio.

Está bien, no será como una secuela de Hollywood: ésta tendrá un propósito artístico y aportará valor a la narrativa original. El caso es que me di cuenta que en mi publicación anterior hablé de algunas razones por las que el sistema educativo está muy mal ideado para la educación actual, y por qué los adolescentes odiamos la escuela. Le di un enfoque muy general porque mi objetivo era atacar al sistema educativo; destapar sus errores y problemas. Pero realmente no mencioné la razón principal por la que YO dejé los estudios. El factor que verdaderamente me hizo retirarme del liceo es que... no lo necesito.

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La imagen que se encuentra encima de este párrafo es una con la que muchos jóvenes sueñan, y ven como una meta profesional y personal. Y si bien debo admitir que es un bonito ritual, y probablemente sea un lindo recuerdo para el futuro, la idea de graduarme dejó de ser para mí algo mágico hace años. En la graduación recibes un título que marca el final de una etapa y te abre las puertas a una nueva vida. Dicho certificado es una especie de carta de libertad, que dice "ahora puedes estudiar lo que quieras, gracias a este título". En el caso de una graduación universitaria, dicho diploma marcaría, en teoría, el final de tu etapa de aprendizaje, por lo que te diría "ahora podrás dedicar el resto de tu vida a lo que te apasiona, gracias a este papel". Pero depende mucho de cuál sea tu pasión.

Evidentemente, si te apasiona salvar vidas y curar enfermos, necesitas sí o sí un certificado que te respalde a la hora de abrir a una persona con un bisturí. Sin embargo no todas las profesiones se rigen por esta regla. Si amas hacer cine, y no estar haciendo una película te llevaría a la locura o el suicidio, pues puedes hacer cine. ¿Qué necesitas? Una cámara, y a rodar. Nadie te pedirá un título en artes cinematográficas para dejarte grabar una película.

Para hablar más en lo personal, mi pasión es el dibujo, y mi sueño es poder ganarme la vida de dibujar. Si alguien me quisiera contratar como dibujante no me pediría un título. Esa persona me pediría evidencia de mi habilidad como dibujante, y un título no serviría como tal. Lo único que lo convencerá, o no, de que soy el indicado para el trabajo serán mis dibujos. Por lo tanto, para un dibujante es más importante tener dibujos que tener un título. Invertir tus horas en un papel y acabar el día con un dibujo, es más importante que invertirlas en conseguir un papel que ni siquiera certifique que puedes dibujar.

De la misma manera ocurre con muchas otras profesiones. Cada vez es mayor la oferta y variedad de trabajos para los que necesitas un portafolio en vez de un título. Y todo esto gracias a internet. Gran parte de los trabajos que se logran conseguir en línea dependen de la evidencia que demuestre que eres bueno en algo. Y a veces no depende ni siquiera de eso, gracias a que tenemos sistemas de reputación, por el que se rigen servicios como las ventas en línea.

¿Qué les pidieron para entrar a Steemit? Un correo electrónico y un nombre de usuario. Y hay cientos o miles de personas ganándose la vida con esta plataforma, sin necesidad de un título —quizá fui un poco optimista con los números.

Si quieres aceptar un consejo de un adolescente de 16 años que acaba de dejar los estudios, no seré yo quien te lo niegue. Mi consejo sería que reflexiones acerca de tus estudios, y pienses si realmente necesitas un título para desenvolverte profesionalmente en el área que te apasiona. Si llegas a la conclusión de que un título es irrelevante para tu pasión, pues ya sabes lo que debes hacer. No te diré que abandones los estudios, entiendo que a mucha gente le da cosas positivas, como amistades o conocimiento. Lo que sí te diré es que comiences desde ya a crear un portafolio que en un futuro demuestre tus habilidades. No esperes a tener un pedazo de papel llamado diploma que haga el trabajo por ti, porque no lo hará.

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