Valera, la Ciudad de las Siete Colinas de Aniversario

El día de hoy, jueves 15 de febrero de 2018 la ciudad andina de Valera, situada en el Estado Trujillo, arriba a sus 198 años de fundación, aunque esta no es la fecha fidedigna de su fundación, la cual se desconoce a ciencia cierta, si no que corresponde a la delimitación de la parroquia eclesiástica San Juan Bautista de Valera, por parte del Doctor Rafael Lazo de la Vega, Obispo de Mérida y de Maracaibo, el 15 de febrero de 1820. Algunas fuentes, como Alberto La Riva Vale, en ANALES DE VALERA (1957), la sitúan en 1818, el cual narra su fundación de la siguiente manera:

“En el territorio de Valera moraba los indios escuqueyes, una rama de los muiscas , raza antiquísima de aborigen que habitaba gran parte de la cordillera andina.

Hacia el año de 1790, en el lugar que hoy está la ciudad, solo habían ranchos de paja diseminados, sementeras de plátanos, maíz y algodón hechas por los Terán y los Díaz, de los mas viejos pobladores que se tiene notica, y la finca denominada “Santa Rita”, de un valor de 100 pesos, fundada por Domingo del Rosario Ojeda, en las tierras cuyo primer poseedor en 1595 fue don Marcos Valera. La finca “Santa Rita” fue vendida a la señora Valentina Mexía de Díaz, madre de Mercedes y Luisa Díaz, y a Pedro Terán, casado con doña Mercedes. Muerta la señora Valentina, sus hijas heredaron la mitad de la finca y entraron en posesión de ella, de acuerdo con participación que hiciera el Teniente de Justica don José Ignacio González en el año 1803.

De la parte que le correspondió a doña Mercedes, fue esta quien donó cien varas en cuadro para construir una Iglesia, y como la donación la hizo de palabra, a su fallecimiento el 25 de agosto de 1818, los herederos la ratificaron judicialmente”

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Además de las cien varas donadas por Mercedes, gracias a las gestiones del Dr. Gabriel Briceño de la Torre, se agregaron dos cuadras y media cedidas por Reyes Terán (hijo legítimo de Pedro Terán y Mercedes Díaz) y doscientas noventa y cinco varas por parte de Candelaria Díaz (hija de Luisa Díaz). Quienes las encomendaron al Pbro. Dr. Manuel Fajardo y al mencionado Dr. Gabriel Briceño de la Torre para delinear el pueblo y vender solares, y con las ganancias obtenidas levantar la iglesia. Transacción que quedo constada en un documento fechado el 16 de abril de 1819 y presentado ante D. Juan Antonio Chuecos. Teniente de Justicia Mayor, Administrador de Reales Rentas del partido de Escuque.

En tanto, el origen del nombre de la ciudad es también un enigma, pues Alberto La Riva Vale expone que existen muchas hipótesis, pero este señala una versión dada por don Rafael Gallego Celis, investigador de los orígenes de Valera. El cuenta que en la familia Valera existió entre sus miembros “un sacerdote muy virtuoso que se granjeó el cariño de todos los habitantes de la comarca”, y que durante un recorrido, en cierta época, se fijo en la topografía del terreno, y profetizó que en este se fundaría con el tiempo una ciudad y que valdría por su importancia, valerá, según la cita. Aunque según un articulo escrito por José Domingo Tejera el nombre tendría un origen menos profético, pues describió que en un documento datado de 1595 que se encuentra en los archivos de Escuque (actual capital del Municipio Escuque, del Estado Trujillo), las tierras, donde hoy se erige Valera, fueron repartidas por el Teniente de Justicia don Diego de Osorio y le tocaron meritoriamente a don Marcos Valera, y según ese patronímico viene dado el nombre de la urbe andina.

Y no fue hasta casi un siglo después, que la otra mitad de Valera, es decir, el llamado, por entonces, llano de San Pedro, hoy día Parroquia Juan Ignacio Montilla, fue comprado por la suma de veinte mil bolívares, por el Consejo durante la administración de don Juan Ignacio Montilla, esto en el año de 1891. En este llano poco o nada existía, era usado como terreno para la siembra, y a parte de la baja vegetación solo quedaban las ruinas de los viejos paredones de la casa que fuera propiedad de doña Narcisa de Hernández Bello y luego de don Pedro Fermín Briceño, y donde se alojara el Libertador Simón Bolívar en 1813, también el Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre en 1820, cuando iba de paso hacia la ciudad de Trujillo con la ocasión de las negociaciones sobre el tratado de regularización de la guerra con el General español don Pablo Morillo.

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Otros hechos importantes en los que la ciudad de las Siete Colinas se vio inmiscuida, fue su nombramiento como Capital Provisional del Estado en 1888 (Trujillo pertenecía para entonces al Estado de los Andes), debido a la epidemia de fiebre amarilla que azotó la región en la época. También en el General Cipriano Castro, durante su marcha por la ciudad entre los días 14 y 20 de agosto de 1899, complacido por la bienvenida que se le dio, en uno sus discursos prometió nombrar a Valera como capital de Trujillo si llegaba a la Presidencia, promesa que cumplió (uno de los pocos políticos que a cumplido sus promesas para con la ciudad), así que en agosto de 1900 fue designado el Dr. Inocente J. Quevedo como Presidente Provisional del Estado, y Valera como su capital. Cabe destacar que durante los años de 1870 y 1900 la ciudad, y el estado en general fue testigo y participe de múltiples batallas, escaramuzas y levantamientos enmarcados en las guerras entre liberales y conservadores.

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Ya para cerrar, citaré una frase que se le atribuye al Dr. Gabriel Briceño de la Torre, "Valera, valerá", estoy seguro de eso, y espero que mas temprano que tarde, sea así.

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