Hoy puede ser un día normal para muchos, un día triste para otros o uno muy feliz, todo depende de las circunstancias y el entorno.
Todos pasamos por etapas duras, difíciles, como los momentos en los que nos quedamos solos, o cuando no se tiene para pagar las deudas, cuando perdemos el empleo o cuando se muere un ser querido. En momentos como esos la desesperación ataca, y preguntas como ¿será que podré continuar? ¿cómo lo lograré? invaden la mente; el hecho está que de una forma u otra, generalmente lo logramos, así que las preguntas que deberíamos hacernos serían ¿tengo suficiente aire para respirar? ¿tengo algo de alimento? ¿qué es lo peor que podría pasar? y si pasara ¿seguiría con vida?
Probablemente se le esté prestando mas atención de la que merece, existe la posibilidad que la situación sea verdaderamente grave o tal vez no, pero recuerda que estas respirando, eres capaz de leer esta publicación, creeme no vale la pena, ocúpate de la situación, pero sin dedicarle el cien por ciento de tu tiempo y atención, porque cada día debes dedicarte al menos unos minutos a celebrar la vida.
Tenemos una responsabilidad con nuestros iguales y es compartir con ellos la mayor cantidad de momentos de celebración ¿los motivos? están por todos lados: porque tenemos a quien amar, porque nos aman, por un día mas de vida, porque tenemos casa y comida, porque ocurren terremotos y salimos ilesos, por compartir momentos especiales, por quienes celebran su cumpleaños...
Momento de agradecer
Vivo en un país en el que actualmente están ocurriendo situaciones que ni en nuestros peores sueños llegaríamos a imaginar, sin embargo celebro la vida y agradezco lo que tengo y con quien cuento, muchos se llenan de vida, de años y de experiencia y eso me llena a mi de vida, por eso la celebro junto a todos los que quieran y sientan que cada día es una oportunidad para reparar y celebrar.
La vida es dulce, tan rica como un cupcake, disfrútala, cometela, celebrala ¿te animas?
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