Que mira en la distancia con peculiar atención
A los hijos de la anciana Pangea
Carcomidos por su propia evolución
Bañados en sangre por sus credos y banderas
Envenenados con el brebaje de sus ideologías
Quieren cambiar al mundo
Pero no cambian sus maneras
¡Pobre Pangea!
Rezando por un milagro, se le va la vida
Homo Sapiens, te has quedado ciego
No puedes ver más allá de tus propios muros
Ni siquiera a tus niños que tiemblan de miedo
Sus padres decidieron no heredarles futuro
Y entre traslaciones se les acaban las mañanas
Sin lograr un solo cambio en la vida
Mira el reloj
¿No notas esas arrugas en tu cara?
Es el tiempo
¡Dictador que te tiene en la mira!
Es el tiempo
¡Dictador que te tiene en la mira!
Es el tiempo
¡Dictador que te tiene en la mira!