Si bien he hablado anteriormente de los inicios del pole dance (antiguamente conocido como el baile del caño) hoy vengo a hablarles un poco de lo que con mucha dedicación se puede lograr. Para muchos es difícil imaginar que en esta disciplina se puede llegar a ser incluso elegante, una vez que dominas cada movimiento y figura comienzas a buscar la manera de hacerlo con gracia y destreza.
En mis clases utilizo muchas técnicas que poco a poco he aprendido, trato constantemente de que en cada figura sea bien ejecutada, teniendo una buena posición, que si vamos acompañadas de música, pues este sincronizado con lo que suena, esto es lo que hace del pole dance un arte, de forma que se vea que lo realizamos sin esfuerzo y de un modo muy delicado.
En este hermoso arte se necesita entrega, esfuerzo, elegancia, y claro debes conocer tu cuerpo, algo que el mismo deporte te brinda. Como cualquier otro arte, y como cualquier otro deporte, el pole es pasión, lucra el espíritu y es para todos los que se atreven a practicarlo.
Por mas difícil que este el día, al momento de entrenar se te olvida el mundo, pienso que lo más difícil está en nuestras cabezas, muchas veces imaginamos que es demasiado complejo sin ni siquiera intentarlo. Pero es cuestión de practicar y proponérselo.
