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FuenteQuiero ser la culpable de tu locura intestinal,
esa que se padece cuando dices amar de verdad.
Basta rozar las miradas y el escalofrió encenderá,
algo inexplicable solo el estómago lo sabrá.
No busco ser un torbellino que pasa, alborota, y se va;
mi única intención es quedarme en tu mente hasta el final.
Aun cuando no me reconozcas pues los años han de pasar,
quiero seguir provocando ese descontrol intestinal;
donde las famosas mariposas vuelvan a reencarnar
esa pasión por seguir amándonos de verdad.