En donde sea que estés.
cuando recuerdo tu ausencia,
me hace falta tu presencia,
se me empaña la mirada y comienzo a sollozar.
en mi pecho una desembocadura,
a veces dudo de tu existencia
¡me cuesta tanto entre tristezas reconocer tu figura!
sonetos evanescentes,
con tu partida están presentes
ceños fruncidos de amargura.
cuando apenas empiezo a vivir,
rescato los silencios para volver a sentir
a la niña que en los años se va perdiendo.
los días se me van corriendo
punzando en cada latido,
los segundos parecían más lentos.
susurra por favor tu canto,
que en la piel me ericen los años
de tu ausencia, esencia y encanto.