PRIMER CONCURSO DE CUENTOS "VIVIR MEJOR" vida de un roble

Cuando nací mi piel era verde, suave y delicada, mi cuerpo era un tallo delgado adornado con dos pequeñas hojas, me encontraba con mis pies fijos en la tierra, rodeado de troncos gigantes que formaban la base de majestuosos árboles, cuyas ramas y hojas hacían sobre mí un techo de sombra que permitía que solo pequeños rayos de luz me acariciaran. Al percatarme de mi soledad decidí saludar a mis enormes compañeros pero ninguno contestó, día tras día les hablaba y hasta gritaba, pero nunca obtuve una respuesta.

Pasado el tiempo me crecieron más hojas y aumenté de estatura pero seguía siendo ignorado, las aves no se acercaban a cantarme, la brisa no bailaba con mis hojas… entonces comencé a odiarme y a insultar al universo por darme una existencia tan miserable, rodeado de belleza pero sin poder alcanzarla.

Pasaron muchos años, mi tronco se volvió seco y fuerte, poseía muchas ramas y al fin tenía la estatura adecuada para mirar de frente a mis vecinos. Ellos me recibieron con alegría y mucho cariño. Confundido y aun molesto pregunté: -¿por qué me reciben así si me dejaron solo todo este tiempo? nunca contestaron mi llamado, no compartieron el perfume de sus flores, el rocío de las mañanas, el sol resplandeciente... ¿por qué fueron tan egoístas?-

Ellos contestaron: -nosotros cuidamos tu salud todo ese tiempo, acomodamos nuestras ramas para que el sol no te quemara, juntamos nuestros troncos para que la brisa no te tumbara, alejamos a los insectos y aves con nuestras flores y frutos para que no comieran tus hojas tiernas, y te cantábamos cada noche con la esperanza de que te volvieras el gran roble que hoy eres.

Ante tal revelación pedí perdón por mi ignorancia y actualmente agradezco cada día a esta gran familia que me mantuvo vivo mientras crecía y ahora comparten su sabiduría al enseñarme que no hay mayor riqueza que el amor que se brinda sin ninguna condición. Además, por mi parte aprendí, que a veces el mundo parece estar en nuestra contra pero la verdad es que nos está brindando las condiciones adecuadas para crecer, convirtiéndonos en seres capaces de soportar tempestades y alcanzar metas sin importar lo alto que estén, recordando que con paciencia y dedicación se puede cumplir cualquier sueño.