Había una vez, una chica cuya presencia podía iluminar el abismo, sin dudas hubo una vez... Donde el chico despertó de su tardío sueño, descubrió que su musa vagaba entre sueños, y que cada que tenga una temible pesadilla, ella llegaría a salvarlo.
Había una vez, donde se invirtieron los roles, ella era la fuerte y el débil era él, ella podía sola y jamás lo abandonó, cada que soñase de nuevo, vendría su salvación, ella con su presencia que resplandecía más que el sol, iluminaba cada oscuro rincón, de su corazón.
