La peste negra es sin lugar a dudas el caso de pandemia más devastador y conocido de toda nuestra historia. Traída por mercaderes de la India durante el siglo XIV, su rápida propagación por Europa acabó con la vida de un tercio de la población continental, aproximadamente 25 millones de personas fueron afectadas. Los síntomas eran fiebre alta, escalofríos, dolores de cabeza, debilitamiento e inflamación de los ganglios como los de la ingle (buba en latín), por eso se le conoce también como peste bubónica.
En 1894, el médico y bacteriólogo suizo Alexandre Yersin, descubrió la bacteria que causaba esta enfermedad, la cual fue bautizada como Yersinia Pestis. Dicha bacteria es transmitida a los humanos por medio de la picadura de pulgas que se encuentran en animales como las ratas de campo o ratas negras. Era una época donde las condiciones higiénicas eran nulas, lo cual facilitó la propagación de esta bacteria.
En 1924, la ciudad de los Ángeles fue el último sitio donde se detectó esta enfermedad. De hecho, la peste negra ha afectado al hombre en diversas ocasiones durante la historia, en el antiguo Egipto, la India y también en China. Hoy en día, con el uso de antibióticos se puede sobrevivir a esta peste, siempre y cuando se trate a tiempo.