Había una vez la hija de un Rey qué según la tradición de ese Reino tenía que casarse al cumplir la mayoría de edad y por supuesto el quería el mejor pretendiente para ella y mediante un gran anuncio le ofrecía la mano de su hija a todo aquel que lo convenciera de merecer tal honor.
Por supuesto la gran cola de aspirantes en el inmenso Palacio era impresionante; todos le ofrecían grandes riquezas,tesoros, joyas preciosas, inmensas propiedades y hasta Reinos completos a la dulce y bella Princesa.
Pero el Rey con gran sorpresa a todos rechazó pero ¿ Sería posible ? ¿ Que quería aquel Rey para su hija ?
Le dice con gran desencanto a su asistente que ya por ese día no iba a evaluar mas propuestas; pero su asistente dice:
Mi señor, todavía falta uno, es un joven pero me temo que es el menos que Usted seleccionaría.
Esta bien pero déjalo pasar para que al menos tenga la misma oportunidad que los demás.
En eso entra un joven muy humilde, de hecho era el mas ´pobre de la Ciudad. El Rey al verlo le dice:
Joven como usted siendo el mas pobre del Reino tiene la osadía de aspirar la mano de la Princesa:
Si es cierto Señor pero su cartel no decía nada de poderío económico.
El Rey admirado ante la firmeza de aquel hombre y su vehemencia al hablar expresa:
Muy bien Señor ya captó mi interés pero dígame ¿ Porqué Ud cree ser merecedor de la mano de mi hija ?
Primero que todo Mi Señor no soy rico ni gobernante pero tengo el mejor título el de ser un verdadero hombre para su hija, y vea mis manos ; con ellas trabajaré muy duro para que a su hija no le falte nada y tocándose el lado izquierdo de su pecho remata su defensa diciendo:
Además le ofresco a su hija mi mejor TESORO que es este corazón.
El Rey gratamente sorprendido por aquel discurso y unos gestos de impecable gallardía y sobre todo con mucha sinceridad de aquel osado Joven capaz de hablarle de frente y sin complejos le dice:
Joven, de todos los aspirantes Ud es el que me ha convencido por el poder y la fuerza de su discurso corto pero muy emotivo, ya que los anteriores solo me ofrecían riquezas es decir mas de lo mismo y yo de eso tengo mas que todos ellos juntos y por supuesto a mi hija no le falta nada, todo lo tiene pero si quiero para ella un gran hombre y que supiera hablar como solo Ud lo ha hecho y amigo mió ya quisieran tener muchos gobernantes del Mundo ese poder de palabra no para decir mentiras a su pueblo sino para guiarlos por el camino de la prosperidad y la felicidad; considérese buen hombre desde ya el futuro esposo de la Princesa,