El video se incrusta exclusivamente para acompañar con una "banda sonora", de aire autóctono, la lectura del post, está interpretada a la txalaparta por mi amiga Aitziber y por mi, grabada al aire libre en Arroyuelo, directamente con el móvil.
Situado en Vizcaya, España, dentro de los terrenos pertenecientes a la Reserva de la Biosfera del Urdaibai, muy cerca de Gernika y Mundaka (paraíso surfero), se encuentra el Bosque Pintado de Oma.
El famoso pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola
en un acto de sincretismo entre la naturaleza y la creatividad humana, compuso entre los años 1982 y 1985, una obra artística a la que se puede englobar dentro de la corriente contemporánea del Land Art, pintando con diversos y coloridos motivos, los troncos de los pinos que conforman este bosque que algunos llaman Encantado.
Los puntos adecuados para observar estas composiciones pictóricas aparecen marcados mediante señalizaciones en el suelo.
Aunque puede ser más divertido intentar encontrar por uno mismo la perspectiva correcta de algunas composiciones.
El bosque se debe considerar,en su conjunto, como una entidad viva, en constante cambio, aunque a simple vista nos parezca algo inmóvil. Pero el terreno se mueve, cambia por efecto de la lluvia, por el peso de la nieve y de los propios árboles.
Esto hace que la concepción original de la obra cambie con el paso del tiempo, incluso con la vida de los árboles.
En este caso, los tramos de la circunferencia blanca que faltan, corresponden a árboles que han sido derribados por el viento.
También las cortezas de estos pinos se alteran por efecto del agua y de la abrasión del viento, y por supuesto se van renovando, como le ocurre a nuestra propia piel. Por eso el bosque es repintado de vez en cuando.
Dejándo atrás el Bosque Pintado también podemos visitar muy cerca, en la ladera del Monte Ereñozar y situadas al norte del bosque, las Cuevas de Santimamiñe,
(como curiosidad, Santimamiñe es San Mamés en castellano)
el yacimiento arqueológico más importante de Bizkaia.
Conserva esta caverna, restos de asentamientos humanos datados en más de 14.000 años de antigüedad albergando en su interior cerca de cincuenta de pinturas rupestres
de gran belleza y realismo: caballos, osos, ciervos, bisontes... la fauna que en aquel entonces existía por estos parajes; además de estalactitas,estalagmitas y todos los elementos que podemos encontrarnos en una cueva desde el punto de vista meramente espeleológico y geológico.
Sin dejar Oma, también se puede visitar BASONDO,
un Centro de Recuperación para la Fauna Silvestre, lugar de acogida
para animales salvajes, heridos o desvalidos, que morirían en su medio habitual sin los cuidados humanos. Agustín Ibarrola construyó y donó esta escultura fabricada con troncos pintados, el Tótem ,que adorna la entrada al refugio.
Basondo significa "al lado del bosque" en euskera, pues se encuentra a los pies de
éste.
Si queréis podéis ver la ubicación de estos lugares AQUI
Espero que os haya gustado el reportaje sobre este curioso lugar.
Fotografías: Fernando "Seisgés" Ramos.
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