Relaciones de amor

Todos hemos tenido una relación. De esas que cuando comienzan, son lo más dulce del mundo. Ambos se buscan de consentir, tienden a darse detalles y ser tiernos el uno con el otro. Están pendientes de ella o de él, quieres saber qué tal le fue en el día; le recuerdas que tiene que ir al médico o tomarse la pastilla, porque sabes que tu pareja es bastante olvidadiza con esas cosas; empiezas a conocerla y a saber qué comidas le hace daño y cuál le gusta mucho; en fin, estableces una intimidad muy linda e increíble, que inicia en esos primeros meses de relación, donde estás completamente seguro que esa persona te encanta. Darías lo que fuera por ella o él y, aunque al inicio te cueste admitir, su sonrisa te hace increíblemente feliz, cosa que antes no te importaba.
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A pesar de que te sientes muy bien contigo mismo, empiezas a incluir a esa persona a tu vida. Cuando tus amigos te invitan, sientes que no te están invitando solo a ti, sino que también está bien incluirla a ella. También pasa con tu familia, la incluyes, porque quieres que la conozcan, que sepan el por qué te encanta y el por qué te enamora. Incluso cuando sales solo con tus amigos o con tus amigas, te gusta avisarle que estás bien y que solo te vas a beber un par de tragos, aunque ambos saben que no es así. Eso no quiere decir que estés sometido a ella o él, sino que llegas a un grado de madurez, en el cual la desconfianza comienza con uno mismo, con el hecho de que si traicionas, tienes el miedo de ser traicionado.

Todos los planes son de dos. Salir con tus amigos, con tu familia, ver esa serie juntos, esas películas, ir a comer, salir a viajar y conocer lugares. Incluso, establecer una vida como pareja, juntos, aunque sea solo para ver qué tal les va. Si funcionará o no la cosa. En esos planes, todos de dos, pueden haber complicaciones. Quizá uno de los dos no pueda un día o quizá no pueda el otro, pero no les preocupa, porque son cosas que suelen suceder.
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Las complicaciones pueden ser un inicio y un fin. El fin de aquel amor que tanto profesan, donde todo era de dos y todo era amor y felicidad, pero es el inicio del verdadero cariño que sientes hacia esa persona. Ocurre cuando comienzas a pensar en que el amor no viene acompañado solo de la felicidad y las risas, sino también de cierto compromisos y momentos de rabia, también de discusiones y ratos amargos.

Pero eso es lo que demuestra que está bien o no en una relación. Todo tiene altibajos, pero saber persistir a los mismos, es lo que mantiene unidas a las parejas. No caerse a la primera en donde no estén de acuerdo, pero sin caer en lo tóxico.

Toda historia de amor comienza con un "sí, sí quiero ser tu novia". La mía, ya comenzó y hasta ahora no me va tan mal. Espero que las suyas sigan yendo por buen camino.
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