Hace días que no escribo, la verdad me he sentido perdida en este país donde nos ahoga la hiperinflación y lo poco ahorrado más lo que ganamos, se nos desparece sin ni siquiera verlo, pues aunado a esos cambios de precios volátiles, hay un secuestro inclemente de la moneda.
Los venezolanos hacemos planes de salir y hay miles de trabas, ya poco se puede vender, pero también morimos de hambre y tristeza entre 4 paredes, con enseres que un día fueron valiosos y que hoy son simples objetos, que ni siquiera pueden venderse para alimentar el hambre que acecha.
Me excuso por estos sentimientos , no estaba preparada mentalmente para esto...quisiera tener un poco más que dar a este país, que no se cómo decidió por la infelicidad y se dejó llevar por una economía superflúa, de decisiones desacertadas que allanaron el camino de la tan temida y poco conocida hiperinflación.