En esta foto sonreía por la vida, por los momentos que te permiten disfrutar del mundo y de todo lo que te rodea.
Estamos acostumbrados como seres humanos, a que es normal levantarse un día más, salir a la calle, respirar, hablar, cantar, viajar, llegar a nuestro próximo destino, tener a nuestros seres queridos a nuestro lado y no es así.
Todo lo que hacemos en el día a día y todos aquellas personas que amamos que pueden vernos, sonreírnos y decirnos cuanto nos quieren, son una bendición.
Es por ello que debemos sonreír y dar gracias por existir, por estar vivos y por poder dejar nuestra huella en el mundo un día más.