Grupo de foristas al comenzar la actividad | Foto propiedad de @alidamaria
Tengo el privilegio de haber nacido en Cumaná, una ciudad con una larga y dilatada tradición literaria. Los que nacimos en esta ciudad siempre estaremos bajo las sombras de José Antonio Ramos Sucre o Andrés Eloy Blanco, herederos de sus legados, ya sea como continuadores o parricidas. Es una cosa que te marca de alguna manera, con la que incluso en otras latitudes de Venezuela te identifican: ¡Ah, pero esa es tierra de poetas! –te dicen cuando mencionas tu lugar de origen.
En mi caso, es un privilegio porque supongo que es una ventaja para alguien interesado en la literatura conocer y estar en contacto con otros escritores, poetas, ensayistas, y demás creadores de la palabra. Entiendo que uno no se convierte en escritor en charlas, tertulias o bautizos de libro, ni siquiera en talleres literarios. Sin embargo, cuando se está en el ambiente la cosa pudiese fluir mejor y sacársele provecho para construir la propia obra.
El jueves 26 de abril, nos reunimos un grupo de amigos, todos cercanos a la Casa Ramos Sucre, ubicada en la calle Sucre de Cumaná (si usted quiere saber más acerca de la Casa Ramos Sucre, no deje de visitar este estupendo post de @antolinamartell), para hablar sobre la literatura de la ciudad, sobre la necesidad de retomar la discusión y el debate de ideas en torno a la manera en que se representa el espacio de la ciudad y cuál pudiese ser el sentido de tal representación. Fue una idea que ya había conversado con Rubi Guerra ( @rjguerra ) y poco a poco le fuimos dando forma más concreta. A esa reunión le pusimos un nombre, y hasta optamos por la forma del foro, porque nos pareció la más idónea: Pensar la ciudad desde la literatura: Cumaná en la narrativa y la poesía. Además invitamos a tres expertos en el tema: Dilia Martínez de Traid, Adriana Cabrera y Oswaldo Acevedo. Yo haría las veces de presentador y moderador de la actividad.
Afiche promocional del foro | Fuente
Estos foros fueron concebidos como espacios para promover la reflexión crítica sobre la literatura sobre/de la cuidad de Cumaná, con miras hacia la posible formulación de un canon literario que permita elaborar una imagen propia de la ciudad, en la que sus habitantes se miren a sí mismos, con sus valores, creencias, formas de pensar y sentir; una imagen que permitiría fijar posición con respecto a su pasado, con los antepasados, para comprender el presente y proyectarse en el futuro como grupo social. Aquí residiría el valor excepcional y patrimonial de esta literatura, que la hace digna de ser conservada y trasmitida a las futuras generaciones. Y esto es así porque, como señala la arqueóloga Norma Ratto, «solo se protege lo que se valora».
A continuación presento a los invitados al foro y resumo brevemente sus intervenciones.
Dilia Martínez de Traid (docente e investigadora de la literatura cumanesa. Profesora de Castellano y Literatura –UPEL Maracay–, también es Magíster en Literatura Venezolana –Universidad de Carabobo–. Autora del libro Cumaná en el espejo de la narrativa contemporánea). A modo de antecedentes, la intervención de Dilia se basó en la revisión de tres novelas de principios del s. XX en las que se representa a Cumaná, y se proponen diferentes visiones que van de una mirada más referencial (y topográfica) hacia una más intimista y escindida de la realidad. Estas tres novelas fueron Guésped (1946) de José Salazar Domínguez, Huellas olvidadas (1948) de José María Pibernat y Los orientales (1976) de Francisco Tosta García. En los tres casos Dilia enfatiza cómo esta reconstrucción narrativa de la ciudad en distintos momentos históricos está vinculada con el imaginario de sus habitantes, y que gracias a esto se produce un proceso de identificación de los sujetos con el espacio geográfico y con el universo simbólico común a los cumaneses.
Parte de la audiencia | Foto propiedad de @lauram
Adriana Cabrera ( @adncabrera ) (poeta, narradora y ensayista; además de profesora universitaria de teoría literaria y literatura latinoamericana. Licenciada en Educación, mención Castellano y Literatura –UDO Cumaná– y Magíster en Literatura Latinoamericana –Universidad Simón Bolívar, Caracas–. Ha publicado el poemario Los nombres silenciosos y Lenguaje y comunicación, junto con Neneka Pelayo). Adriana comenzó esbozando algunas ideas que de cierta manera contextualizaran el centro de su intervención: habló de los mecanismos que posibilitan la construcción y articulación de ciertos espacios narrativos que simbólicamente están conectados con el imaginario de las personas (más allá de la simple referencialidad espacial-geográfica), y puso especial énfasis en algunos casos de la literatura latinoamericana, el marco más inmediato de la literatura cumanesa. Recordemos, en este sentido, que Adriana es autora de una Aproximación teórica al espacio narrativo y este es un tema que maneja muy bien. Luego comentó magistralmente el procedimiento de representación de Cumaná en dos escritores canónicos de la literatura cumanesa: Andrés Eloy Blanco y José Antonio Ramos Sucre. En el caso de Blanco, Adriana cree que el poeta dibuja los contornos de la ciudad desde una visión optimista; una Cumaná que es la de su infancia y del recuerdo, a la que vuelve para reencontrarse con sus afectos del pasado y con el amor de su madre, como se muestra en el poema «A un año de tu luz». Una mirada que apunta en una dirección opuesta es la de Ramos Sucre, pues la suya es siempre una ciudad en ruinas posterior a la destrucción, cuyos contornos son más difusos y poco definidos, tal como se evidencia en el relato «El familiar».
Adriana Cabrera durante su intervención | Foto propiedad de @alidamaria
Oswaldo Acevedo ( @oacevedo ) (poeta y librero. Nacido en esta ciudad de Cumaná, en noviembre de 1956. Actualmente ejerce el oficio de librero en la Librería del Sur Cumaná. Ha publicados los siguientes libros: Ahora que cuervo los ojos, El llamador, Umbre/Canción del hijo de la noche; y Pharo de Las Espheras, todos libros de poesía, y la Antología de narrativa cumanesa 1950-2004). Oswaldo nos ofreció la intervención más emotiva de la tarde, pues comenzó agradeciendo la oportunidad de estar en ese espacio y de poder reencontrarse en la Casa en la que él mismo y otros compañeros de generación garabatearon sus primeras letras; en la sala se encontraban también Rubi Guerra, José Malavé (@josemalavem) y Luis Aristimuño ( @antoaristi ). Todos ellos son parte de una generación que se formó en los talleres ofrecidos por la Casa Ramos Sucre y a la que ellos dieron impulso en la época de su mayor esplendor. Habló de esa época dorada, de la cantidad de libros que la Casa editó, del dinamismo que se daba a la cultura desde sus espacios. Habló del trabajo realizado para compilar los textos recogidos en la Antología de narrativa cumanesa 1950-2004 y de los distintos criterios que usaron en el levantamiento de esa radiografía de la literatura de Cumaná por más de medio siglo. Cerró su disertación llamando la atención de los presentes para que entre todos se rescatase el papel transformador de la literatura para que podamos a habitar la ciudad de una manera más amable y llevadera.
Nuevamente los foristas | Foto propiedad de @alidamaria
Hasta aquí el foro. De más está decir que fue una velada estupenda, agradable, que deja esa sensación de regusto, de haber estado conversando con amigos preocupados por el futuro del país, y que ven en la literatura cumanesa una posibilidad de seguir pensando en la ciudad, en sus carencias y vicisitudes, pero también en sus posibilidades y esperanzas.
