La Revista Time, como cada año, han anunciado esta semana la Persona del Año. Esta vez el galardón recae sobre el grupo de personas, en su mayoría mujeres, que se atrevieron a romper el silencio sobre el acoso sexual ejercido por reconocidas personalidades.
La declaración de la revista anuncia:
La valentía de estas personas generaron una ola de reflexiones y llamadas de atención sobre el abuso y acoso sexual en todo el mundo, a través de las etiqetas (hagstags) en las redes sociales #metoo, en inglés y #yotambien, en español.
La revista añade:
El mundo entero se regocija. Se necesita coraje para hacer lo que hicieron estas mujeres y son un aliento para las miles de personas que sufren o han sufrido abuso y aun no ven la manera de poner fin al silencio.
Hace unos días comentaba con unos amigos sobre este movimiento y llegamos a preguntarnos ¿qué pasaría si la ola de denuncias empieza realmente en nuestros paises, en América Latina, donde las historias de abuso son incontables y el machismo que las genera es más crudo? Algunos de mis amigos llegaron a mencionar sectores donde los escándalos no cesarían: políticos, comunicadores, artistas, productores, gerentes y directores de empresas, maestros... y en cada grupo de profesionales llegamos a recordar una que otra historia que habiamos escuchado. La conclusión ha sido que la cosa en nuestra región podría ser más grave.
Las cifras son alarmantes. Somos líderes en feminicidios y ocupamos los primeros puestos en casos de violación sexual. Estadisticas de fácil rastreo en web. La elección de la revista debe impulsar el crecimiento del movimiento, pero también es deber de las instituciones, los medios de comunicación y cada individuo en particular alentar y crear condiciones para las denuncias y consecuencias inmediatas y severas para los culpables. Facilidad para quien denuncia y escarmiento sin mediastintas para el abusador.