Hace algunos años hubo una verdadera huelga general. Las personas estaban en contra de los derechos de los trabajadores, no obtenían respuesta por parte de los jefes. Así que durante 10 días en 1855 con el lema de “asociación o muerte” decidieron emprender una verdadera huelga. Exigían la libertad de asociación, la reducción de la jornada y un aumento salarial.
¿Qué pasó? Se paralizó el país, una verdadera huelga, donde los camiones no repartían la mercancía, donde las fábricas no producían nada. Nada funcionaba. Y consiguieron lo que querían.
Hoy día las huelgas realmente parecen no servir para nada, al fin y al cabo, es país sigue su rumbo, porque no todos participamos en ellas. Solo unos pocos.
Recientemente se convocó y tuvo lugar una huelga feminista en el día de la mujer. Las mujeres pedían sus derechos, igualdad. Pero realmente ¿ha servido de algo?
Imagináos por un momento, que realmente las mujeres decidieran no hacer nada, no fuesen a trabajar (las que trabajan) y las que trabajan en casa, no hicieran la comida, no más lavadoras, no más limpieza. Todas las mujeres sentadas en un sillón paralizadas sin hacer absolutamente nada. ¿Sería un Caos? Y si a esto le sumamos que los hombres en vez de resignarse o quejarse hicieran lo mismo, nada de trabajos, no hacer absolutamente nada. ¿Qué pasaría? No habría producción, no habría transporte de mercancías, no habría ni un comercio abierto. Una verdadera paralización del país. Esto señoras y señores, es justamente lo que se necesita para cambiar la historia. Para que los “poderosos” que se alimentan al fin al cabo de nuestro trabajo, de habernos convertido en esclavos de este sistema y sociedad, se asustaran de verdad.
Pero claro, somos muchos, hay hipotecas que pagar, hay niños que alimentar, hay que ganar DINERO… y más dinero. Señoras y señores, compren comida para un mes, olvídense de las facturas y de hacienda, si lo hacemos todos no pueden hacer nada. Quedémonos en casa y no hagamos nada. Que el país se pare, si es necesario que el mundo entero se paralice, pero hagamos algo de verdad, algo por nosotros, por los que estamos debajo de la pirámide, sin nosotros la punta se derrumba, como dice el lema “el pueblo unido, jamás será vencido”. El gran problema es que se han encargado de separarnos, han aplicado el “divide y vencerás” y esta guerra no sabemos qué pasará, pero la batalla la estamos perdiendo una y otra vez.
