Ambos nacieron en el mercado de Puerto Píritu, Estado Anzoátegui y a los dos los tenemos con apenas 15 días de nacidos. Ellos crecieron en nuestra casa, les dimos tetero, les enseñamos a comer pan con leche y hasta les dimos perrarina triturada con leche porque no teníamos gatarina, Mis hijos les adoran, son uno de sus pasatiempos mas exquisitos y largos; y si uso la palabra "exquisito" es por que los tienen que ver, Gabriel, mi hijo mayor ama a su gata, Miguel adora a su Tigre y Daniel, mi hijo mas pequeño es locura con "Irunday" (así le llamaron a uno de los gaticos) y todos a la vez amamos y jugamos con todos.

Una noche muy triste regresamos luego de que volviera la luz, porque imagino que saben que Anzoátegui se va la luz todos los días, y cuando estacionábamos el carro, encontramos sin vida a nuestro consentido y amado tigre y lo mas triste de todo es que lo encontraron los niños. La maldad llegó a nuestra casa. Me dijo mucha gente que el regresó a morir a su hogar porque aquí se sentía amado y creo que es verdad porque el salía todos los días y en lo que escuchaba el carro regresaba corriendo a "su" casa a buscar a su familia, a su hogar. Nos quedan sus fotos y todo su amor y estoy segura que la persona que lo envenenó pagará como un vulgar asesino.

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Hoy día continua viviendo con nosotros Rosa ya que los gaticos los pudimos colocar felizmente en casas de familias conocidas y amante de los animales. Rosa es nuetra consentida y todavía nos pide el beso de las buenas noches.