Ellos van apresurados, por la larga espera.
Con cubetas secas, desesperadas de sed.
Y bueno... Toca unirse un vez mas, en pos de esas gotas salvadoras;
Las cuales sabiendo su importancia, parecen caer con un poco de presunción.
Pero allí va mi gente, con sus miradas esforzadas;
Y la necesidad gritándoles mas fuerte.
Sin ambiciones, sin sueños, sin expectativas.
Algunos pocos sonrientes, pero la mayoría No
¡Mi gente tiene sed! fue la revelación de mi silencio;
La desesperanza se los está comiendo poco a poco.