Este gato entró al patio mi casa y mi hija lo escucho maullar y salió a ver y se encontró con el animal un poco asustado y luego entró a la casa y le ofreció algo de comer y el gato comió y se quedó jugando con mi hija y desde entonces el animal se ha vuelto el compañero de juego de mis hijas y a cambio ellas le regalaron un hogar.