MI SONIDO IMAGINARIO!

Con un PC creando, teclado y mouse como aliados, la vocecilla del dragón escupe fuegos que me sigue hablando. Tengo justo el necesario para este nuevo blog con sonido imaginario. El tiempo se me escapa de la mano cuando invento el texto revolucionario; ¡Escucha el clavicordio!, trata de marcar el tempo, aunque ese sonido lo escuche yo solo, pueden chasquear los dedos como si en verdad sonara un coro.

Estoy bajo el concepto del rey, en el lugar legendario, a dos niveles sobre el suelo me tocó vivir la fortuna y el calvario. Héroes con antorchas iluminan el escenario, mientras 24/7 mis doncellas van danzando. Es lo bueno, de ser un escritor sin horario: ¡Rompe el Subwoofer!, espanta al dragón, yo escucho Pink Floyd, Led Zeppelin y el grupo Queen de madrugadas, así despierte al vecindario.

A veces me hundo en el fondo de las letras, disimulado. ¡Viene una pausa!, respírale hondo, sin dejar a un lado lo rimado en el trasfondo. Porque soy como un templo, he sellado estas puertas con súper pegamento y mis secretos los guardo en una caja común que es mi cápsula del tiempo. ¡Toca ese Riff! que yo pondré el estéreo, mi sonido imaginario va por dentro, suena como Guns, en Usa tu Ilusión, la parte uno no existiría sin la parte dos, de color azul pero con el mismo panfleto.

¡Tal vez no suene musical!, pero la melodía del principio aun la sigo oyendo y ese dragón no me deja de mirar, ahora con disfraz de cypres hill retiene el humo por más tiempo. ¡Escucho el Tic-Tac! del reloj, diciendo que otra vez rompí el acuerdo, o igual, ¿Que porqué nunca me duermo?, creo que mezclar el contenido crypto con la poesía, me ha afectado el ojo izquierdo, por eso nunca se cierra el derecho.

El writing me ha enseñado a no tener límites, con él puedo expresarme como quiera. Crear el sonido en mi imaginación, darle un poco de sazón y seguir solfeando la saga entera sin contemplación. Recuerdo cuando escribí la mansión del brujo, los chirridos de la puerta, el orificio donde me asomaba y no veía nada más que una silueta. Ahora es como el escape de un auto, ¡Escucho el Do mayor! como si fuera un trombón, para el tomo tres espero poder sacarla de home run.

¡He guardado lo mejor para el final! te confieso, después de haber tenido una Yamaha sf500 jamás he querido tocar nada más. Porque las demás no me suenan igual, las cuatro pastillas, el diapasón con puntos y ese color caoba natural... Tal vez, todo tenga un fin donde antes hubo un comienzo, pero un escritor escribirá hasta la hora en que esté muriendo y su mensaje terminará siempre en la boca de un genio. Por eso, ¡Mi sonido imaginario! hoy no tiene precio, pero su valor fluctúa como buen coin y eso me hará rico dentro de algún tiempo...