Ciertamente debo reconocer que soy una persona impaciente. Siempre me gusta hacer las cosas, como decimos en mi tierra, "para ayer". La espera nunca ha sido mi fuerte. Sin embargo, desde que emigré mi vida se ha traducido en un gran "toca esperar". Cada día me ha tocado aprender a esperar en distintas situaciones.
La mayoría de las veces es frustrante porque tendemos a confundir el "espera" con un "NO" por el hecho de no tener inmediatamente lo que esperamos.
Este post no lo escribo con el fin de enseñarte a esperar, porque te soy sincera, yo aún estoy aprendiendo. Pero sí quisiera compartir algunos pensamientos que pasan por mi cabeza como una lucha para seguir adelante a pesar de todo. La mayoría de las veces me estoy perdiendo de mucho por pensar que sólo existe éso que estoy esperando, y es que, me he dado cuenta de que no importa lo mucho que presione, lo mucho que llore o me moleste, si toca esperar, TOCA y ya está, por lo que creo que lo mejor que podemos hacer ante todo esto es, como lo dijo una vez un escritor, "HAY QUE BAILAR MIENTRAS DURE LA CANCIÓN".
Así que a empezar a mover los pies porque algún día esta canción que no nos gusta tanto se va a acabar y empezará la que tanto estamos esperando, y mientras esto ocurre... ¿BAILAMOS?