El amor de abuela.

Mi abuela materna tiene 73 años, y aún sigue haciendo el mejor café con leche de todo el mundo.

Cuando la visito por las mañanas siempre me recibe con un abrazo y un gran beso, y nunca falta la típica pregunta “¿Quiere café?” Como negarme al mejor café con leche de todo el mundo y esas largas conversaciones.

Hubo un momento en que me comenzó a preocupar ya que se le estaban olvidando algunas cosas, pero gracias a mi Dios solo fue una temporada y ya paso, y es que me dio terror que no recordara mi nombre o que me viera y me saludara con un simple “Hola” sin saber quién soy yo o que soy el fan número uno de su café con leche.

Que no recordara todas las noches que dormía con ella y le pedía que me hiciera cariñitos en la espalda para poder dormirme, que nos sentáramos a comer juntos y que me hacia el típico “Avioncito” para comerme todo, que se le olvidara todas las veces que me dio 500 bolívares o 1000 bolívares de aquellos para comprarme lo que quisiera pero eso sí que los gastara con prudencia, lo cual hice.

Todos los días recuerdo su nombre y es que nadie nunca le hizo tanta justicia a ese nombre. Y aunque es un nombre poco común y extraño, ella lo lleva con tanto honor. Jamás he conocido a una mujer tan serena.

No sé si recordara aquella vez que me encontró sentado en el piso llorando amargamente porque quería comprarme una cajita feliz y mi mamá no tenía dinero, espero a que me durmiera, para hablar con mis tíos y para que me llevaran a comprar un cajita feliz… Y aunque ahora soy yo el que no recuerda que juguete estaban dando en ese momento, pero su gesto lo recuerdo intacto.

Recuerdo su sonrisa en todas mis graduaciones en todas estaba porque siempre he dicho que ella es una de las mujeres más importante en mi vida y que me gustaría que siga viendo todos mis triunfos.

Y conservo varias fotos con ella, cuando era niño, en mis graduaciones y hasta de hoy día, y verlas me recuerda que sigue siendo una mujer fuerte y valiente, y gracias le doy a Dios porque he podido probar el mejor café con leche con el pan tostado solo con mantequilla de esa hermosa mujer. Por sus abrazos y porque sé que no soy el único nieto agradecido o el único hijo que la cuida tanto para que nos dure unos cien años más.

Y no es lo único que conservo. También están todos estos recuerdos. Porque aunque el tiempo le halla borrado algunos momentos de su memoria, aún siguen latiendo en la mía.

Y eso es, creo yo, lo más importante.

Gracias mamá! Claro que te acepto todos los café con leche!

Negros1.jpg

DSCN0493.JPG

DSCN4135.JPG

DSCN3008.JPG

IMG-20150510-WA0011.jpg

Muchas gracias por leerme, espero que disfrutaras esta publicación, si te gustó comparte y vota... Y no dejes de comentar que es lo que más te gusta o extrañas de tus abuelitos...

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center