Te marchaste sin permiso ni aviso,
Un día que el sol despertó narciso,
Tu alma decidió volar con la brisa,
A un destino con prisa.
Cada mañana siento tu olor,
Olor que se dibuja con diferente frescor,
Olores con forma de flores, flores de tu jardín,
Jardín que ahora se maquilla con tono carmín,
Flores que se riegan con lágrimas de tristeza,
Tristeza que enaltece su belleza.
Olores que me acercan a tu alma,
Te siento, te veo, te huelo,
Estás aquí, acompañando mi duelo,
Tu cara se refleja en cada hoja,
Mientras tu jardín se deshoja.
La brisa suena con tu canto,
Mientras los olores dibujan tu silueta,
Sentada como siempre en tu banqueta,
Abuela contigo vivo esta faceta.