Después de mucho naufragar por este vago mundo, de pasar por una serie de eventos desafortunados y afortunados a su vez, donde tenemos perdidas y recompensas, les traigo un tema algo poco común, donde algunos, nos detenemos a pensar o sencillamente lo vivimos sin mas, lectores, regrese a este universo de escritos !!!
En los últimos días, se me ha hecho mucho énfasis de que el destino no existe, ¿será eso cierto? o ¿es solo una excusa inventada? para decir que algo es o no para nosotros, mas debemos de ser demasiado detallistas para darnos cuenta de lo que es o no es nuestro.
Se conoce como destino, la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar. Un poder sobre natural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido.
La credibilidad si el destino existe o no, por religión, por creencia personal o simplemente porque fue inculcado, pero resulta que sencillamente es un suceso que llega, te toca la puerta y tu decides si dejarlo pasar, despacharlo o simplemente dejarlo en espera, hasta que este se canse o se muera de mengua.
El cristianismo, en cambio, no cree que exista una predestinación absoluta y sostiene que Dios ha dotado al hombre del libre albedrío (el poder para tomar sus propias decisiones). ¿Entendemos lo del libre albedrío pero lo de la causalidad?
Mas en pensar en cada situación, esa causalidad, a mi parecer, no podemos decir que el destino no existe, sencillamente es la causa de algo donde podemos sorprendernos por algunos hechos que llegan sin avisar y quedarnos abismados, o sencillamente que no habías planificado que ocurriera como por ejemplo; conocer a una persona en la calle, o un simple accidente, pero somos los causales de nuestras vivencias somos el motor que impulsa nuestro futuro...
La causalidad o destino, no es bien tomada por nosotros, así sea por bien o por mal, hay sucesos inevitables, desagradables y agradables, ojala pudiésemos discernir antes que sucedieran, para evitar los malos ratos, pero resulta que de eso trata la presente historia, es aprender de lo bueno y lo malo, luego tomar lo aprendido y arriesgarnos una vez más.
Así que tomemos conciencia que toca a nuestra puerta, que dejamos entrar, que le negamos el acceso y si todavía está ahí a lo que dejamos sin saber que opción darle, los pensamiento y las acciones estas determinadas por traer causa y efecto.
La causa: te gusta alguien, con palabras bonitas, gestos, acciones. El Efecto: Las reacciones, darle la oportunidad de que puede pasar, y no quedar con la duda, el suponer no genera efecto. Si no arriesgamos no ganamos
La moraleja: es que no dejemos pasar las oportunidades que está nos ofrece, es como el autobús de la vida, debemos de montarnos en él sin pensarlo, ya que no sabemos si vuelve o no va pasar de nuevo, no desaproveches la oportunidad…
Tan solo hay tres grupos de personas:
Las que hacen que las cosas pasen
Las que miran las cosas que pasan
y los que preguntan que paso
Nicholas Murray Butler
Primera Fotografía es de mi autoría, tomada desde celular Huawei P8 de JMN
