El ser humano y el Universo

Desde hace más de un par de milenios el ser humano se pregunta sobre sí mismo, su procedencia, su lugar en el Universo, el sentido de su existencia...

Durante siglos esas preguntas se han intentado responder desde diversos puntos de vista, mitológico, religioso, filosófico, científico...


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Mitológico

 
Diversas interpretaciones cosmogónicas, en diferente lugares del mundo y en diferentes épocas, ofrecen relatos de lo más variado y curioso para explicar la aparición del ser humano en la Tierra y el motivo de su existencia. Algunos de estos relatos son verdaderas obras de arte literario y un tesoro del patrimonio cultural de la humanidad.

Religioso

 
En estrecha relación con el ámbito mitológico —por algo se dice que los mitos son "la religión de los otros"—, todas las religiones ofrecen su versión de los hechos, cada una con sus matices, pero más o menos con la misma esencia si nos circunscribimos a las tres religiones que surgen de las escrituras contenidas en el Antiguo Testamento, y más concretamente al Libro del Génesis.

Filosófico

 
Desde los griegos de la antigüedad hasta los filósofos contemporáneos, pasando por los filósofos de la tradición romana, china, o islámica, los hombres de pensamiento han intentado explicarse el origen de la vida en la Tierra, siempre acotados por el conocimiento científico y por la doctrina religiosa, compartiendo elementos de ambos, ya que la filosofía se encuentra por definición como zona que se mueve entre lo tangible (física) y lo intangible (meta-física)

Científico

 
Es el punto de vista más reciente. Apenas tiene un par de siglos de existencia. Entre algunas de las personas que estudian este campo de investigación, se menciona lo que ciertos físicos teóricos llaman "el absurdo cósmico". De modo muy abreviado, ese absurdo consiste en lo siguiente. Existen dos posibilidades, (1) que el Universo tenga un Creador y (2) que no lo tenga. En el primer caso, es una postura propia del sentimiento religioso y por tanto ajena al pensamiento científico. En el segundo caso, implica que existe un efecto sin causa, o "un cuadro sin pintor", lo que también es un razonamiento ajeno al pensamiento científico.

Es decir, para la física teórica el absurdo cósmico se da al existir dos posibilidades sobre "la creación" y ambas son ajenas al pensamiento científico.

En definitiva, el punto de vista que ha transmitido el sector científico-académico se resume en esta larga afirmación: la vida en la Tierra es producto de unas combinaciones bio-químicas azarosas, conjuntamente con un proceso de evolución genética del cual el ser humano es el más evolucionado de los seres vivos ya que es quien se ha adaptado a todas las latitudes de un planeta que forma parte de un Universo frío, sin vida o deshabitado, y lleno de gases venenosos.

Sin embargo, la teoría de la evolución de las especies, es —como su nombre indica— una teoría, no una ley científica, como sí lo es, por poner un ejemplo, la ley de la gravedad. Por lo tanto, como teoría no acaba de responder la pregunta de modo incontrovertible y permite especular con las lagunas que existen en su formulación.

Asimismo, el conocimiento que tenemos sobre el Universo es todavía muy limitado, y eso da pie a todo tipo de conjeturas, teorías, hipótesis, etcétera... Y entre ellas, existe otro punto de vista que afirma que el ser humano es una criatura cuyo Creador también lo es de un Universo que probablemente haya creado lleno de vida.

Son dos concepciones muy diferentes del ser humano y el Universo. El hecho de ser ambas igualmente posibles sirve para ser conscientes tanto de lo mucho que hemos aprendido como de lo mucho que ignoramos.


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Afortunadamente, cuanto más avanza el estudio de la ciencia y el pensamiento científico, más preguntas surgen para poder dejar volar la imaginación.

O dicho de otro modo, cuando el conocimiento científico cierra una puerta, se abren doscientas.

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