Discordancia (poema en la Venezuela de hoy)

 Saludos, comunidad de Steemit. Aunque parezca fuera de lugar, me he permitido publicar este "poema" en este espacio, en esta otra parte de la realidad virtual porque sé que muchos de mis compatriotas y muchos latinoamericanos andan, escriben y comparten por aquí.

Este "poema" tiene que ver con mi país, la ultrajada Venezuela, y las aclaratorias vienen al caso porque sé y siento que aquí se exige un mínimo de presentación, por más que no comparta esa exigencia.

Cierto que ya lo publiqué en mi blog personal: http://laarboledadeslumbrante.blogspot.com/2018/07/juliode-2018-si-me-quieren-exprimido-si_13.html , pero mi intención es darlo a conocer en cuantos espacios me sea posible.

Salut au monde


Dama de la noche, Luisa Varela


Discordancia   

Si me quieren exprimido, 

si me quieren agostado, 

con el plato vacío en la mesa 

y negando mis pasos discordes: 

no comulgo en sus mórbidos altares, 

no será suya la voz 

inquirida en el silencio, 

deslastrando palabras 

en los solares de la desazón.   


Aún puedo decir y desdecirme, 

no pueden cercarme en la patraña, 

aunque prodiguen soberbias limosnas. 

No seré condenado a vagar 

en un saco de clavos. 

Si me arrancan  

las pancartas del reclamo común, 

todavía me quedan 

las palabras desnudas, 

luciérnagas en la memoria, 

luz de la sombra en las tinieblas, 

sabor y saber del decir al margen.   


Hace tiempo aprendí 

a equivocarme con decoro: 

sé de barrancos, de cuestas empinadas, 

de mañas con las barajas, 

pero también aprendí 

a negarme entre dos caminos, 

a no someterme en las encrucijadas.   


Si me envolvió el humo  

de los ojos ardidos y la asfixia, 

no renuncié a delatar las consignas, 

no digerí el monólogo insistente 

y menos las tramas deliradas 

en los salones del oprobio.   


¿Es adorno o cuchillo la palabra?, 

¿inunda papeles y alarga el incordio?, 

¿sirve al carcelero o al amante?, 

¿es flor prendida en los labios?, 

¿se complace en el doble filo?, 

¿se retrae en las vísceras 

o es carne celebrante y gratitud?   


Toca ser vigía 

ante la palabra en dobleces. 

Como almuédano a los creyentes, 

convocar las palabras despojadas, 

sin aristas de arrebatos, 

sin acrobacias fascinantes: 

señalar al espectro disfrazado con ellas.   


Si la palabra rompe el clarín, 

si se aposenta en el decir cordial, 

quedan expuestos los vengadores, 

los del martirio planeado, 

los de la rabia adiestrada.   


Las glorias fingidas, 

las arcas hinchadas, 

el porvenir en promesas inventado, 

la misericordia burlada: 

para eso basta el fragor de un espejismo.   


Cae la lluvia 

en las ciudades apaciguadas. 

Largos veranos se han regado con sangre, 

los árboles realengos 

sacian las bocas silentes, 

los grillos callaron 

en las redes de veredas oscuras, 

el rencor se renueva cada día 

y se vale de cruces en pechos comprados.   


Nos quedan voces inconformes, 

rasgaduras en ajustadas banderas dominantes, 

el trópico encendido en sus crepúsculos, 

los dones reacios al cautiverio, 

los vástagos indemnes de la lengua, 

la antorcha encendida en la vigilia, 

el recado insistente de los sueños, 

las manos estrechadas tras barrotes 

y aunque asediado por los sables, 

puede uno albergarse en el asombro, 

llevar la palabra en otro tono 

y no ser peón del gárrulo cilicio.     


Salut au monde, Vicente Amengual Sosa

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