Hoy en día hay quienes se auto-proclaman profetas. A raíz de esto, hay otros muchos que inclusive toman las palabras de estos "profetas", por encima de la Biblia misma, cuando sus enseñanzas son contrarias a la Escritura.
Cuando una persona afirma estar hablando de parte de Dios (la profecía), la clave entre saber si es cierto o falso, está en comparative lo que ese profeta dice con lo que dice en la Biblia. Juan 4:1 nos dice: "Amados, no creáis a todo Espíritu, sino probad los Espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
Tesalonienses 5:20-21 declara: "No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo. Retened lo bueno"
Esto quiere decir, que si realmente es una palabra del Señor o una falsa profecía, debemos comparar lo dicho con lo que establece la Biblia. Si ésta profecía contradice lo que dice la Biblia acerca de la palabra de Dios, debemos desecharla. Si por el contrario, concuerda con la Biblia, debemos pedir sabiduría y discernimiento para saber Cómo aplicar el mensaje (2 Timoteo 3:16-17; Santiago 1:5).
Sin embargo, en las Escrituras Pablo establece:
4:11 y él mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros.
4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
Es decir que si pueden existir profetas, pues son parte Del cuerpo de Cristo. Recordemos: Un profeta de Dios, NUNCA va a profetizar o enseñar doctrina reñida con las enseñanzas de Dios y Jesucristo.
Buen viaje y Dios le bendiga hermano @hiroyamagishi
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