Grecia, tiene apenas 4 años de edad. Es de pelo crespo, delgada, inteligente, divertida y habla hasta por los codos. Es la única hija de los amigos que nos recibieron acá en Medellín.
Hace días fui hasta su casa a visitarla y por cosas de trabajo me cayó la noche estando allá. Su mamá, desde hace algún tiempo, asiste a las "células" dos veces por semana, ese día era uno de esos dos. Así que me quedé con Grecia en su casa, esperando a que llegara su papa.
Ya solas, Grecia me pregunta, María ¿Usted sabe orar? Yo sorprendida, le contesté claro Grecia. Ella sin titubeo me dice pa' escúchala, así que empecé a recitar el padre nuestro y le dije ¿Así ora usted? Ella me respondió que si.
Grecia tiene la costumbre de orar antes de irse a dormir y casualmente ya era la hora de eso. Convencida de que si se orar me dice, venga al cuarto que ya voy a dormir. Así hice.
Grecia en su cama. Fotografía tomada con mi Blu Vivo Air LTE
Ella se arropó y comenzamos en el nombre del padre, del hijo, del espíritu santo... Amén. Y seguido el padre nuestro. Quise extender la oración y dar gracias por nuestras familias aquí y en Maracaibo, ella me dijo ¿lo podemos cambiar? Le dije claro, usted sigue y ella terminó con el "líbranos del mal amén".
Cerro sus ojitos y le cerré la puerta. El niño Dios, como ella le dice, le cuido sus sueños.
Fotografía tomada con mi Blu Vivo Air LTE
Grecia tiene solo 4 años y yo 26, ¿Qué nos une? Yo diría que la fe y el amor que tenemos para con Dios y que Dios nos da incondicionalmente.
Nos seguimos leyendo.