A veces la soledad, puede traernos momentos donde nuestros pensamientos fluyen, como el agua por el cauce de un rio. Son esos momentos donde nos encontramos con nosotros mismos, pensamos en lo que queremos ser o hacer, es nuestro momento para pensar con calma que próximo paso vamos a dar, eso no quiere decir que necesariamente estemos en lo correcto, pero es una gran oportunidad para reflexionar sobre lo bueno y sobre lo malo.
Aunque debo decir, que la soledad puede ser vista de muchas formas posibles, por ejemplo, cuando te sientes solo, cuando te sientes vacío, cuando no tienes a esa persona que en otrora te hacia muy feliz, esos momentos de soledad son los más tristes, que desencadenan en nosotros pensamientos que no nos otorgan nada positivo, sino que más bien nos hieren el alma.
La soledad de por sí, nosotros la vemos como algo netamente negativo, donde lo apreciamos como una sensación de tristeza y decaimiento por situaciones que hemos pasado en algún momento de nuestras vidas. Por supuesto ninguno de nosotros estamos exentos a pasar por malos momentos, que muchas veces nos tumban y nos hacen sentirnos seres inservibles para otros, pero que termina desencadenando que sintamos esa sensación por nosotros mismos.
Ahora, siendo realistas la soledad como dije anteriormente, puede ser ese momento donde nosotros nos hablemos y comprendamos distintas situaciones que podamos estar viviendo, que posiblemente sea para un negocio o por algún pago imprevisto donde no poseamos los recursos para atender tal necesidad. La soledad nos puede ofrecer información sobre las posibles causas y las posibles soluciones a muchos de nuestros problemas cotidianos.
Pero más allá de todo eso, lo importante es sentirnos bien con nosotros mismos, sentirnos que estamos haciendo lo que queremos, donde las posibles adversidades, son solo situaciones para nosotros mejorar y ser mejores. No hay fórmula mágica, para tener éxito en lo que sea que hagamos, muchas veces pensar en el futuro se puede convertir en algo frustrante, más bien debemos dedicarnos al presente, vivirlo con pasión, donde cada día lo convirtamos en un reto por superar.
También podemos utilizar el futuro, como método de motivación en nuestras vidas, pero determinando las diferencias de pensar en el presente y en el futuro, es algo fundamental para nuestros planes. Todos esos pensamientos de aquí y allá, van correspondido con nuestra fortaleza mental para ver cada situación negativa con algo de positivo, que nos pueda servir para mejorar, ahí muchas veces puede estar la clave en ese laberinto que llamamos VIDA.
Entonces si analizamos que es la soledad, podemos determinar que es un hecho circunstancial, que puede ser un método para pensar de forma más clara, y que, sin duda, nos puede servir de mucho, si utilizamos ese tiempo a solas con nosotros mismos, para ver cómo salir de momentos tristes y en definitiva para llenarnos de fortaleza en lo que aspiramos hacer en la vida. La soledad no es mala, la verdad, es uno más de esos momentos que hacen parte de vivir en este mundo, donde los fracasos y aciertos están a la orden del día.
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