Una de tantas de noches en que ella se clava en mi mente me salió escribir algo así, no porque quisiera, uno no escribe porque quiere, uno escribe por necesidad. Esa noche la necesitaba, tanto como ahora, tanto como siempre…
Puedo sentir tu piel como se eriza al besar tu cuello,
puedo abrir tu corazón y penetrar tus sentimientos,
saciarte de mí, llenarme contigo.
podemos dormir en un abrazo,
besar tus ojos dormidos,
decirte al oído que te amo,
y sentir el gusto de tus labios,
también puedo percatar tu ausencia,
respirar profundo... y seguir extrañándote.