En estos últimos días,
aguaceros han caído,
mojando los zapaticos
de amigos y conocidos.
Y es que algunos me han dicho,
que por la situación del país,
han tenido que sufrir,
con lagunas en los zapaticos.
Entonces me pongo a pensar,
porque no tenemos pa comprar,
porque no tenemos la alegría,
porque no sentimos felicidad,
si salimos todos los días,
con algarabía a trabajar.
Para que en cada quincena,
allá por el infinito,
se escuchen aquellos gritos,
donde estás que no te veo,
a donde te has escondido,
quincenita del carrizo.
Un diciembre que llega,
un diciembre que pasar,
y ya no vale llorar,
por tristeza envejecida,
y es quedamos sentados,
esperando la navidad.
Esperando aquel milagrito,
que nos devuelva aquellos tiempos,
cuando los regalitos rendían,
hasta pa espantar a los muertos.
Mi tierra de tres colores,
en mi corazón te llevo,
y quiero en tus jardines bellos,
ver jugar a mis hijos y nietos.
Con los nietos de mis hermanos,
con los nietos de mis amigos,
con los nietos de esta tierra,
esta que quiero en libertad.