Esta noche
quiero volar hacia tus ojos distantes,
sentir que te tengo cerca,
que respiras,
que dejas que tu aliento me traspase el alma
y navegue hacia el infinito.
Esta noche
un temor frío guía mis pasos
y tú no estás.
Oigo tu sollozo en mi oído
y el viento maldice en mi nombre
un sordo grito
en el negro abismo de mi corazón.
A veces sueño
y tu risa me persigue en el vacío,
te busco y no te encuentro.
La miseria me invade. La derrota me cubre.
Mi deseo mortal habita en tu interior
y tus manos muestran la dulce senda
hacia el paraíso que no gozaré.
Huyes,
pero dejas las huellas en tus pasos
y caigo en silencio
en el pozo oscuro de mi soledad.
Invoco tu nombre en tierra extraña.
Solo, desnudo
volveré una noche más
al vacilante tacto de mi sinrazón.