El hombre posee un cuerpo por medio del cual nos trasladamos y nos hacemos notar físicamente, a su vez este cuerpo posee un alma (vida), que es la parte invisible e intangible del hombre y por último un espíritu (esencia) que es la parte inmaterial del cuerpo que le da vida. Con esto aclarado, podemos decir que la SANTERÍA es una doctrina en la cual se puede tener contacto con las diferentes entidades espirituales, de manera directa o indirecta y hasta con nuestros familiares que ya han dejado el mundo terrenal.
En Venezuela en el Estado Yaracuy, se encuentra la Montaña de Sorte donde se practica la SANTERÍA, el cual es el principal centro del espiritismo venezolano, como bien saben nuestra cultura esta basada en el mestizaje, mismo que proviene de la mezcla de indios, negros y blancos españoles. Este culto proviene principalmente de Nigeria y que se amoldo a América junto al catolicismo. Existe una amplia mitología con respecto a esta práctica religiosa y que mucho de los no creyentes estigmatizan, tachan o satanizan, pero resulta que esta creencia va directamente relacionada con la fe de cada persona.
Ahora bien, los practicantes de la SANTERÍA trabajan con las tres potencias formada por la Reina María Lionza (diosa protectora de lagunas, ríos y cascadas, protectora de la naturaleza y diosa del amor), El Negro Felipe (soldado de la guerra de Independencia de Venezuela) y El Indio Guaicaipuro (cacique que se opuso ante los españoles). En Venezuela existen 21 cortes que van desde medicas, libertadores, negros, malandras, india, vikinga, celestial, entre otras, todas organizadas con María Lionza a la cabeza.
Si bien la práctica de esta doctrina de índole caribeña a dado mucho de que hablar, por cuanto a la utilización de animales para sus rituales, también se puede resaltar que por muchas décadas se ha empleado para la sanación. No se puede obviar el hecho de que la iglesia católica la ha rechazado infinidades de veces, por cuanto al mal uso de la misma para hacer daño, es así, hay quienes la emplean para dañar a otra persona y lo que no saben es que el que manda hacer el daño resulta ser el agraviado, porque el santero solo realiza su trabajo y como tal, él se encuentra bajo protección, más quien manda a hacer el daño es quien sale perjudicado porque si se regresa, resulta que solo cuenta esa persona con tres días de vida.
En muchas familias venezolanas, siempre hay un abuelo (a), un padre o una madre que por sus años han creído o han presenciado este tipo de actos de santería. En cierto lugar de nuestro territorio una familia constituida por padre, madre y 10 hijos, se ven involucrados en un trabajo de santería, misma que fue destinada a una de las hijas mayores del matrimonio, la afectada en cuestión se tornaba ausente de su razonamiento y afirmaba ser hija de portugueses, su actitud era disvariante al mismo tiempo que opto por dar saltos sobre su cama y en cierta forma agresiva. Esa actitud de la chica solo era mientras estaba en la zona donde residía, cuando salía de esa zona, cobraba de nuevo su razonamiento y era como si nada hubiese pasado porque ni ella misma recordaba lo sucedido.
Cierto día la madre toma la decisión de llevarla donde un santero conocido de la familia por muchos años, él mismo procede a hacer el chequeo de la chica y es de notar que le habían puesto un mal para volverla loca, ya que todo indicaba que había sido la esposa de un señor amigo de la familia quien creía que la chica estaba enamorada del señor, no obstante a la par de estar sucediendo esto con la chica, el señor involucrado en este espejismo amoroso que solo su esposa veía, le comienzan a salir tumores en la garganta, se hace una revisión médica y los doctores dicen que no tiene nada (los trabajos montados en la santería no pueden ser evidenciados bajo la medicina), al pasar el tiempo el señor fallece.
Entre tanto el santero optó por hacer una serie de curaciones a la chica y en determinado momento, él mismo le dice a la madre de la chica afectada que si devolvía el trabajo, su respuesta fue que no, dada que era una señora de buen corazón y decía que arriba en el cielo hay un Dios que todo lo ve. Con esa decisión el santero continuó con sus curaciones hasta que finalmente la chica en cuestión retomó su vida. Pero se preguntarán y ¿qué pasó? con la persona que mando a hacer el daño, pues la misma tuvo un accidente y cayó por un desfiladero, no murió, pero si quedó con daños severos en su cuerpo, así como con deformaciones.
