EL ACOSO DE LOS MONSTRUOS

Feliz día Amigos,  les quiero compartir un cuento infantil que escribí en contra del acoso escolar, espero lo disfruten mucho:

 [Fuente](http://lamenteesmaravillosa.com/la-herida-emocional-del-acoso-escolar-en-la-victima-y-la-familia/

El Acoso de los Monstruos:


En una tierra muy muy lejana estaba la tierra de los monstruos, 

Un pueblo bien tranquilo 

Donde reinaba un cocodrilo.

Ahí existía un colegio donde estudiaban los hijos de los monstruos más aterradores de toda la historia,

Había monstruos grandes y chicos, gorditos y flaquitos, 

Dientones y narizones, con juanetes y cabezones, 

Y todos vivían tranquilos, llenos de alegrías y muchos amigos.

Había además un monstruo grandote, preocupado, y un poco aislado, 

Andaba todo el tiempo desanimado y a veces muy mal bañado.

Pero aunque por dentro siempre se sentía mal,

Dedicaba su tiempo para molestar.

Los otros monstruos le temían,

 No jugaban ni comían 

Y aunque mucho protestaban y chillaban,

 El grandote su comida se la devoraba.

Había en ese pueblo un chiquitín, muy alegre y saltarín, 

Él vivía tan tan feliz, que pasaba el día picándose la nariz, 

Hasta que un día se topó a este grandote, fue cuando perdió su rebote, 

Su sonrisa se apagó y estima se le aplastó, 

Ahora lloraba, ahora sufría, porque el grandote no pararía.

Entonces el silencio rompió 

Y se comunicó con su profesor,  

No hizo gran diferencia 

Y el chico ya perdía la paciencia. 

Siguió hablando y hablando, 

Con el profesor y con el director, 

No se dio por vencido 

Y habló hasta con el chismoso de su vecino.

Lo que él chiquitín no sabía 

Es que de tanto insistir alguien le escucharían, 

Hablaron con su mamá, hablaron con su papá 

y lo que descubrieron fue de preocupar.

Al grandote le gritaban, cuando comía, 

Cuando dormía,

 Le gritaban porque lloraba, 

Le gritaban porque podían, 

Sin saber el daño que le hacían.

Al ver esto todos se asombraron 

Y más al ver que la cartera les robaron.

Como les explicaban a estos monstruos el daño que estaban haciendo,

 Pero a uno de ellos se le prendió el foco,

 Pero primero tenía que sacarse un moco, 

Después de esa revelación dijo, 

Ahora tengo una pelusa en el ombligo

Pensando y pensando respondió - ¿y si mejor los pateo hasta el lago y los ahogo?

 A lo que el otro le respondió: - calma, mejor les hacemos una cita con el psicólogo.

Una vez en la consulta discutieron un poco,

 Pero ya el psicólogo se estaba volviendo loco.

 No se dio por vencido, 

Aunque la familia tenía cera en los oídos,

 Insistió e insistió y la familia por fin habló, 

Y ya cuando estaban calmados, 

Salieron y se comieron un helado.

Al día siguiente en el colegio, El grandote se sentaba confundido

 Veía al chiquitín aún muy afligido. 

Ahora veía bien todo lo que había pasado, 

Y no sabía cómo reparar el daño que había causado.

Decidió entonces con el chiquitín hablar,

 En lo que se le acercó este pensó que lo iba a maltratar,

Intentó hacerlo de manera indirecta, 

Mandándole una disculpa por debajo de la puerta.

El chiquitín temía que regresara su maldad 

Y mandó a pedir un círculo de seguridad.

Ahora el grandote estaba solo, ya nadie lo soportaba,

 Porque en su pasado furioso a todos atormentaba.

Pasó un tiempo y el chiquitín se veía feliz, 

Ya nadie lo sometía,

 Pero seguían tratando al grandote con apatía.

Un día cuando solo jugaba, 

Al grandote le llegó algo que no se esperaba.

 A sus manos cayó un regalo apasionado,

 Entonces se dio cuenta que lo habían perdonado.

El Grandote por fin lo entendió 

Y ser bueno por fin decidió.

Lo mejor es que con esa lección, 

Al Grandote se le curó el corazón

Se puso a reír, se puso a bailar,

Y aprendió desde entonces lo hermoso de respetar.


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