A la edad de 9 años te detectaron una enfermedad horrible en los ganglios, te llevaron a muchos médicos y te colocaron infinidad de tratamientos, quimioterapia y radioterapia, todo esto hizo que incluyeras en tu vestimenta una variedad de gorros hermosos de diferentes colores y estilos, todos eran para ocultar que poco a poco estabas quedando sin cabello...
El día que cumpliste 15 años tu regalo fue la operación de médula osea producto de un cultivo de tu propia médula, digo regalo por que después de esa operación te creció tu cabello, desaparecieron tus ojeras y cada vez te veías más vivaz y rosagante, luego empezaste a vivir tu vida normal como cualquier niña de 15 años, claro siempre con los chequeos rutinarios pero fue la alegría más grande para todos verte sana otra vez...
Hasta que un día antes de tu cumpleaños número 19, que recibiste los resultados de tu chequeo semestral y las noticias no fueron para nada alentadoras, todo se volvió gris, todo se volvió tristeza y angustia, ya que la enfermedad había vuelto con más fuerza, que hasta en la sangre corría esa enfermedad mortal... Tu actitud siempre fue positiva y siempre le dabas fuerza a tus padres, pero esa enfermedad sólo duro un mes más y justo el dia que te tocaba estar en tu graduación esa enfermedad te liberó para estar ahora en brazos de Dios.
¡Si hubiera sabido que ese era el último día que te vería con vida!...