Romanticismo moderno.

1_M9AHuuCKwOgqhjBtp6bkyw.jpeg

No nos hacen falta las palabras para tener grandes conversaciones.

Eso es lo bueno de ser tan parecidos y al mismo tiempo diferentes.

No nos hacen falta palabras de amor, ni flores, ni valentines, ni paseos de la mano en la playa bajo el manto del atardecer.

Pero cuando sella sus labios con los míos, deja asomar toda esa ternura que esconde.

Con cada risa que suelta, aparece esa mirada de niño que tiene, esa que sólo quiere vivir y reír.

No, no nos hacen falta palabras.

Nos basta con que nuestra piel hable, nuestras miradas se crucen y nuestras bocas se devoren.

Ahí viene de nuevo, a revolucionar los mil inviernos de mi pecho para dejar que aflore la primavera.

Ahí viene y a mi ya me faltaba el aire de antes.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now