Hola, chicos. Hoy quiero compartir con todos ustedes la una parte de mi vida que comenzó con el dibujo.
Lo que hoy en día me ha llevado a verme y proyectarme de la forma en cómo lo hago no radica fundamentalmente en la educación básica o diversificada que obtuve a lo largo de mi crecimiento... Fue más que eso, fue una suma de pensamientos aleatorios que me llevaron a siempre estar afuera de lo estandarizado.
Mi madre me regaló a detalle la perspectiva que hoy tengo sobre cualquier manifestación artística, "una forma de ser feliz, una forma de descargar todo lo que sientes y todo lo malo dejarlo ir..."
Ella pintaba a mano hermosas esculturas que en su tiempo vendía, era su hobbie; me atrevo a decir que más que eso. Era una pasión.
Nadie nace aprendido, y partiendo de allí es inverosímil tener en mente que al comienzo cada idea cuenta; porque dibujar no es solamente plasmar una imágen alusiva a algo que viste o simple representación gráfica de lo que pensaste, imaginaste o soñaste. Para mí, se trata de una búsqueda de quién eres, de qué quieres expresar sin importar el resultado, siempre y cuando haya conseguido ilustrar lo que quise transmitir, ya que de eso se trata para mí dibujar, de expresar lo que quiero sin limitantes.
Al comienzo, desde que me propuse a perfeccionarme en el arte del dibujo, empecé como cualquier novato.
Es normal al comienzo estar en esa constante búsqueda de quiénes somos como personas: qué queremos, qué no queremos, qué sentimos, por qué lo sentimos, las confusiones, las inconformidades con el mundo y con nosotros mismos, los miedos y vergüenzas. Cada proceso que has pasado, que te ha ayudado a madurar. A crecer como ser humano.
Sé que todo esto es así, porque a mí me pasó y sé que quizás a ti también... y mientras yo buscaba mejorar mi técnica al dibujar, también me ví influenciado por corrientes, estilos y grupos de pensamientos "diferentes".
Y como parte de esa misma búsqueda de ver quién era, fui cambiando. Pasé de un estilo a otro, lo que también se reflejó en mis dibujos.
En ese entonces, comencé a sentirme fuertemente influenciado por las cosas simples, con poco o nada de color. Comencé a ejecutar esas técnicas aplicando solo colores oscuros y fríos a mis dibujos, o a veces simplemente solo me valía del grafito.
Eso me permitió mejorar poco a poco mi técnica a la hora de realizar bocetos y dibujos más simples en la ejecución del color, pero aún así más elaborados en cuanto al diseño y la estética. De esa forma pude ir aprendiendo sin darme cuenta a cómo usar diferentes técnicas para dibujar, al mismo tiempo que aprendía a conocerme y sentirme mejor conmigo mismo.
Entonces deje de pensar solamente en dibujar y comencé a ir más allá. Comencé a crear y representar mi propio estilo al momento de hacer un diseño. Ya no pensaba solo en un dibujo genérico, ahora pensaba en los símbolos, sus posiciones y la forma de representar sutilmente lo que quería transmitir en él.
Con el pasar del tiempo comencé a mejorar, ya no me importaba tener el mejor dibujo, sino intentar tener la ilustración mejor lograda basada en la composición, su intencionalidad y la estética que quería manejar.
Deje a un lado los pequeños formatos y comencé a arriesgarme, lo que perfeccionó mucho mi técnica en cuando a la perspectiva y el manejo del espacio sobre el papel.
Mis gustos pasaron a ser más simples, lo minimalista se apoderó de mí. Pero aún siguió presente esa escencia oscura que desde siempre había estado plasmada en cada uno de mis dibujos.
Mi inspiración nace de muchas cosas, no las tengo contadas y creo que tú tampoco...
Dibujo rosas porque me recuerda a que la vida es frágil y hay que vivirla al maximo pero también con cuidado y apreciando cada detalle de ella, también dibujo los ojos que me cuidan con recelo, los que están siempre pendientes de mi, los que me esperan todos los días, los que me transmiten amor, esperanza y consuelo. Yo dibujo ojos porque son las ventana de la escencia de muchos que van conmigo a dónde voy.
Dibujo árboles porque quisiera vivir tanto como ellos, porque me recuerdan a lo fuertes y resistentes que podemos ser ante cualquier tempestad, a lo sabio del mundo y a nunca desafiar a la naturaleza. También a la luna, la madre de la noche y mi mejor compañera en los momentos donde más solo me encontraré, porque representa cada fase de mi vida, porque nunca deja de brillar.
No es fácil lograr conocerse y tolerarse a si mismo, eso es toda una aventura, es atravesar un sin fin de episodios buenos y malos en tu vida que a veces parecen repetirse.
Pase muchos años de mi vida escondido en mis dibujos, gritando a punta de grafito lo que el conjunto de prejuicios que me rodeaban no me dejaban decir: el odio, dolor, miedo, inseguridad, inconformidad y decepción.
Así que aprendí a hablar entre trazos y entre esos trazos comprendí, al ver cada paso que di, que mí vida es solo mía y si yo no la vivo nadie lo hará por mí.
De esa manera me expreso en cada dibujo, con esas técnicas, esos estilos e influencias que de volver a comentarles caeríamos en una historia de nunca acabar.
Solo quise contarles otra parte de mi historia, y que de esa forma me conocieran un poco mejor.
Quizás te hayas sentido identificado o comprendido de alguna forma y si es así por favor, déjame saberlo.
Gracias a todos por leerme y espero este post les haga gustado.