Puede que esta sea una de las preguntas que más se suele hacer acerca de estos científicos.

Los genetistas son quienes entienden el material genético, lo estudian, experimentan con él, investigan y siempre buscan la forma de descubrir algo nuevo sobre esta peculiar molécula que tiene la receta de la vida.

La tecnología avanza constantemente y cada vez son más los descubrimientos en esta área, el campo labora aumentó exponencialmente en las últimas décadas y sus enfoques son cada vez más diversos.

Todos alguna vez hemos oído hablar de los alimentos genéticamente modificados, los bebés a la carta, la socialmente temida clonación y el surgimiento de rumores acerca de la supuesta creación de enfermedades en laboratorio, son solo algunos ejemplos de las utilizaciones modernas de la genética.

El hecho de que se esté manipulando el libro de la vida, lo que ya está escrito y programado, que se esté adaptando la vida a las preferencias y necesidades del ser humano es lo que hace a algunas personas pensar que los genetistas “juegan a ser dios”.

Desde que comencé mi carrera universitaria de Biología ya varios estudiantes me han expresado esa opinión al respecto, no creo que la respuesta sea un rotundo “no”, pero hay varios aspectos a considerar y deben ser analizados.

Los estudios genéticos surgieron como la necesidad de descifrar el código de la vida, pero al descubrirlo, los científicos se fueron dando cuenta de la gran cantidad de ventajas que puede traer a la humanidad, y como todo lo bueno, también tiene sus desventajas que no se pueden ocultar.

Los defensores de los derechos de los animales argumentan que la ciencia ha maltratado un sinfín de animales, principalmente ratas, para llevar a cabo los descubrimientos. De ninguna forma estoy diciendo que apoyo el maltrato animal, pero hay sacrificios que se deben hacer y si no fuera por ello, un enorme porcentaje de la medicina actual no existiera. En este caso quienes saldrían perjudicados somos nosotros, pero esto es un tema extremamente delicado que debe ser examinado en particular.

Si bien es cierto y como mencioné anteriormente, la genética ha influido directamente en la medicina, en un futuro cercano el porcentaje será muchísimo mayor, debido a los avances en el desarrollo de la ingeniería genética. La ingeniería genética da la posibilidad de cortar fragmentos del ADN, recombinarlos en incluso hasta clonarlos. En esto caso la pregunta del título sí puede tener algo de correcto, es cierto que se está “jugando” con el ADN, pero el hecho que se esté manipulando no quiere decir que se está violando la potestad de Dios.

Si fue un ser superior el que tuvo la capacidad de crear semejante perfección de una molécula, si no deseara que pudiéramos aprovechar su creación para el beneficio de la humanidad, no hubiese creado un código de solo 4 letras y 20 palabras.

Es evidente que aquí estamos tocando la ética y la moral, es cierto que la genética tiene muchísima desventaja en este aspecto, pero todo depende del punto de vista en que se interprete el asunto.

Fácilmente podemos mirar la clonación de humanos como algo inaceptable, pero poco conocen la cantidad de vidas que se pueden salvar si se clonan órganos aislados. Muchos se oponen al cultivo de alimentos genéticamente modificados, pero pocos entienden que sin esta alternativa el hambre sería aún más predominante.

Estoy claro del impacto negativo que tienen y pueden tener algunas de las aplicaciones de la genética, pero no hay que negar que sus aportes han revolucionado la historia de la humanidad.

Hombres buenos hacen cosas buenas y hombres malos hacen cosas malas. Es una reflexión muy sencilla pero directamente aplicada al tema. Todo depende de las intensiones de cada persona, por eso no se puede generalizar en un tema tan diverso como este. Considerando dos empresas de alimentos genéticamente modificados, una puede enfocarse en investigar la forma de producir alimentos igual de sanos y a un menor costo, mientras que otra puede dedicarse al consumismo sin interesarle las consecuencias en el ecosistema, son dos casos distintos y no se pueden juzgar de igual forma.

Tener la misión de darle un aporte a la humanidad dentro de este contexto, bueno o malo, no considero que sea jugar a ser Dios, una cosa es “ser” y otra cosa muy diferente es “creerse”. No todos tienen esas intenciones, o eso espero.

Muchos de los temas aquí tocados son muchísimos más extensos y no quiero que sean sujetos a malas interpretaciones, pero por razones de extensión no puedo desarrollarlas todas en un solo artículo, poco a poco me enfocaré en cada tema en particular y los iré publicando.

Si no conoces el “Proyecto genética para todos” no dudes en leer la presentación.

Todo lo que está escrito es meramente de opinión y de fuente propia adquirida a lo largo de mi carrera, el contenido está a interpretación del lector.