CUANDO LOS DEMONIOS DE OTRO TE PERTURBAN

A veces somos tan frágiles al permitir que otro perturbe tu paz y tus ganas de luchar. En mi cabeza revolotea siempre la constante interrogante de porque dejarlo, porque permitir que los demonios de otro me asechen, si se que nadie merece arruinar mi espíritu ni quien soy, simplemente no hay excusas... SOY DÉBIL cuando mas fuerte debo ser.

Me aferro a Dios, no hay justo sin respuesta y mi discusión y mi guerra no puede ser contra esa persona simplemente ella tampoco tiene la culpa de que sus temores y demonios salgan a relucir. Mi guerra no es contra ellos sino contra lo que esta en ellos; lo dejo para con Dios, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

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