El regalo de navidad | Relato


     Una anciana esperaba ansiosa la llegada de sus hijos, tan solo faltaban algunas horas para navidad, y finalmente después de muchos años toda su familia estaría reunida nuevamente.

     Sus tres hijos ya habían formado su propia familia desde hace un tiempo y todos tenían vidas muy ocupadas en ciudades diferentes, por lo que visitar a su madre no era algo común.

     A pesar de todo, la anciana no perdía la esperanza de que esta navidad todo cambiara, así que prepararon una gran cena, para disfrutar al lado de sus hijos y nietos. La mesa esta puesta el olor del suculento pernil horneado invadía el ambiente, el vino y el ponche de crema estaba en su punto, y en el horno aún se encontraba un deliciosa tarta que comerían de postre.

     De pronto la pantalla de su celular se ilumino, y observo que le había llegado el mensaje de uno de sus hijos: “Lo siento mamá, no podré ir este año nuevamente, eh estado muy ocupado; te visitare visitare cuando pueda, Feliz Navidad.”

Después de leerlo, la anciana se dijo así mismo:

     —Bueno quizás sobrera un poco de comida, pero eso es lo de menos, ya será para la próxima.

     Con un poco de esperanza aun en el rostro, miraba impaciente el reloj, hasta que una nueva notificación apareció. Era un mensaje de otro de sus hijos: “Oye mamá… siento no haberte avisado antes pero les dije a los niños que los llevaría a cenar fuera esta navidad, te prometo que el siguiente año será diferente, cuídate mucho."

     La sonrisa de la mujer iba desapareciendo poco a poco conforme leía, dio un suspiro muy largo y simplemente se limitó a contestar con un:

     —Descuida hijo, por favor dale un beso a mis nietos, y diles que aquí les estaré esperando con sus regalos, seguro se han portado muy bien este año.

     No podía ocultar más la decepción que sentía, pero aun así puso dos platos en la mesa, pues estaba segura que su hija menor, la niña de sus ojos llegaría en cualquier momento. De repente sonó el timbre y al ir a abrir la puerta, la anciana vio a un joven que sostenía una caja.

     —Hola señora, feliz navidad… ha llegado este paquete para usted, solo necesito que me firme aquí por favor.

     La mujer tomo el regalo y vio que era de parte de su hija, abrió la nota que estaba a la caja y la leyó: “Hola mama, sé que te había dicho que iría a cenar contigo esta Navidad, pero tuve un pequeño cambio de planes y estaré muy lejos de la ciudad. Espero que te guste tu regalo.”

     Triste, desolada y con lágrimas en los ojos, la anciana descolgó las botas navideñas que había dejado colgadas en la chimenea con el nombre de sus nietos, los regalos que se encontraban debajo del árbol, mismo que habían sido envueltos cuidadosamente con hermosos listones coloridos, fueron guardados en un closet y junto a ellos se encontraban las esperanzas y buenos deseos de una mujer, que pasaría otra navidad sola.

     Pasaron los meses y sus hijos no fueron a visitarla en ese año, las llamadas tampoco llegaron, y los mensajes rara vez eran respondidos. Hasta que un día la mujer dejo de buscarlos, las vísperas navideñas llegaron y los hijos de aquella mujer, en lugar de la usual invitación de cenar de su madre, recibieron una carta, en cuyo nombre lucía una escalofriante cruz negra, que solo podía significar una cosa.

     Al leer la nota, se enteraron que su madre había muerto, desconsolados se reunieron y se pusieron de acuerdo para cumplir la última voluntad que su madre había expresado en dicha carta.

     Todos tenían que pasar la navidad juntos en la casa donde crecieron, después de años de no verse, los tres hermanos se reunieron, pero esta vez… no había alegría en sus rostros, sino arrepentimiento, tristeza y un gran sentimiento de culpa, sin embargo al llegar a casa, notaron que había humo saliendo de la chimenea, así que entraron rápidamente y quedaron sumamente sorprendidos, con el delicioso aroma de aquel pernil recién horneado, pero no solo eso, la mesa estaba puesta con vela y varios adornos decoraban las paredes del que una vez fue su hogar, de pronto su madre salió de la cocina, con una deliciosa tarta y avergonzada dijo:

     —Lo siento hijos, pero esta es la única forma que encontré para reunirlos a todos.

     Fue así como después de años, tuvieron una hermosa cena familiar y una navidad que ninguno de ellos olvidaría jamás.

¡Nuestros padres no estarán con nosotros por siempre, y recuerda madre es solo una, y de nada sirve llevarle flores a una tumba, cuando en vida no le diste ninguna...!


Feliz Navidad para todos, y prospero año 2019


La imagen pertenece a Tyler delgado en Unsplash.


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