y tenía sus ojos.
Con una belleza
que ningún poema
podría explicar.
Me gusta cuando ríe
porque me devuelve la fe.
Porque me hace creer
que funcionará.
Su sonrisa me asegura
que no hay nada más realista
que creer en los milagros.
Que si es con humildad,
funcionará.
Me hace sentir
que en mis manos
siempre habrá
una caricia más.
Porque me mira
como si supiera
qué hacer conmigo...
Yo siento
que es la persona adecuada
con la que poder
ser frágil.