¿Cómo podemos lograr esto?
Producción de Electricidad limpia.
Las plantas de energía que queman carbón producen gran parte del carbono que ingresa a la atmósfera. Si utilizamos gas natural o energía nuclear en todas las nuevas plantas de energía, reduciremos en gran medida las emisiones de carbono.
Otra solución sería convertir el carbón en un gas de combustión limpia antes de que se use para producir electricidad. También hay tecnología que captura el carbono producido durante la quema del carbón para que pueda almacenarse bajo tierra.
Energía sostenible.
La energía eléctrica también puede provenir de fuentes sostenibles. Grandes parques eólicos con docenas de aerogeneradores se pueden ver en muchas partes del mundo. Miles de turbinas eólicas más disminuirían las emisiones de carbono del mundo, y la gran ventaja es que nunca nos quedaríamos sin viento para producir energía, a diferencia del carbón o el petróleo.
Los paneles solares son otra inversión para el futuro, junto con los biocombustibles, ya sean de maíz, soja o caña de azúcar.
Protección de nuestros bosques.
Los árboles tienen la capacidad de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, pero desafortunadamente están desapareciendo rápidamente. Los bosques se talan para satisfacer las demandas de la industria de la construcción de madera, y los árboles se limpian para dejar espacio para la agricultura, lo que solo aumenta la cantidad de carbono en el aire. La protección de los bosques, por otro lado, conduce a un mejor futuro ambiental.
Conservación.
Usar menos energía para comenzar puede ser la manera más fácil para la mayoría de nosotros para disminuir las emisiones de carbono. El cambio de las bombillas incandescentes pasadas de moda a las luces fluorescentes de alta eficiencia disminuye drásticamente nuestro consumo eléctrico.
Los cambios en nuestro estilo de vida también son importantes, por ejemplo, apagar los monitores de la computadora cuando no los estamos usando y andar en bicicleta o usar el transporte público aportarían su granito de arena.
Finalmente, si todos los edificios, electrodomésticos y vehículos nuevos se diseñaron con la eficiencia energética en mente, podríamos estabilizar o incluso disminuir la cantidad de carbono que ingresaría a la atmósfera.