¡NO SÉ A DÓNDE IR! (RELATO)

Hoy nadie sabe a donde iré. Las horas pasan en este frío terminal. Las ganas de conocer me confunden. Al fin abordo el bus. Me sirven el café deseado y disfruto su exquisites. Las letras y los números confluyen en mi memoria, cual remolino. – Será que al fin escribiré la historia de aquella fría mujer que direccionó mi vida triste.Hoy no será. La confortable cama pudo más.

…Menos orden hay aquí - Oí entre dientes - a mi hermana del alma. Caminamos muchas horas sin rumbo alguno, al fin encontramos un aposento. Les confieso, me recordó el caos acostumbrado en mi prestada ciudad de origen.

…Cierro ansiosamente mis ojos y vienen revoloteando las frases de mi profesora de castellano, cuando estudiaba segundo año en aquel liceo pueblerino. Pareces una chinita – Me decía sonriente- la amargosa, como la llamaban todos.

La extrana mujer vociferaba constantemente que yo era su preferida. Todos me miraban rabiosos y de reojo. Sentí que se acercaba la mandona. De pronto abrió el morral de Armando, el hijo de don Anselmo. El hombre más pobre del pueblo. Sus pantalones decolorados se humedecieron lentamente.

Las risas burlonas se acomodaron al lugar. La mirada punzante de Cruelona corto de un tajo el triste acto de los hirientes compañeros de clase. A partir de allí la profesora tenia dos amigos.

Desde ese entonces el gordito Armado y yo eramos uno. Creo que fue lo mejor porque la profesora necesitaría de aliados incondicionales. Pues esos eramos nosotros. Sus dos chinitos. Les confieso, un día la seguimos hasta su lúgubre casa. Entro sigilosa. Todo estaba fantasmalmente, oscuro pero con dificultad logramos ver algo inesperado,- ¡Un cuerpo!- ¿Quién será? casi gritamos al pensar que podía estar muerto. Lloraba a cantaros. Los escalofriantes ruidos de la noche nos hicieron salir desesperados...

Llegaron las vacaciones. La profesora había desaparecido. Todos preguntaban por ella hasta los que la odiaban. El viento helado no dejó ni siquiera la sombra de su triste mirada. Yo aun pienso que algún día me tropezaré con ella.

Las frías mañanas de este lejano lugar que ahora es mi tierra prestada, me envuelven y me invitan a recrearles las vivencias que subrayaron mi brillante vida. Antes de abrigarme el sueño, siento que pellizcan mis cachetes temblorosos.

FUENTE

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center